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LILY
2018

Pegué la hojilla fría en mi muñeca, el metal causando que los vellos de mi cuerpo se erizaran. Podía oír el repiqueteo de las pequeñas gotas de agua que caían sobre el lavabo y el desenfrenado golpeteo de mi corazón contra el pecho. Una ola de pensamientos se acopló en mi mente, pero luché por apartarlos y concentrarme en lo que tenía que hacer. Mi teléfono comenzó a sonar segundos después, alertando que un nuevo mensaje había llegado. Miré el nombre del remitente y fue entonces cuando sentí un gran nudo en la garganta.

Tate: He salido pronto del trabajo y pensé en preparar tu comida favorita para el almuerzo. No llegues tarde ;)

Inevitablemente, la culpa se arrastró por mi mente como un gusano, llenándome de un sentimiento que no quise profundizar.

Tate, mi hermano mayor y mi único verdadero amigo, siempre había estado a mi lado en los momentos más duros, pero aún así le ocultaba muchos detalles cruciales de mi vida. Había una parte de mí que él no conocía. Honestamente, nadie más lo hacía. Pero, a pesar de que estaba segura de mi decisión, las mismas preguntas volvían una y otra vez para atormentarme y hacer que cuestionara todo para lo que me había estado preparando durante tanto tiempo.

«Acaso estoy siendo demasiado egoísta?», pensé. Pero entonces, al recordar una de las muchas razones por las que había tomado mi decisión, rápidamente la sensación mínima de culpa desaparecía. En realidad, Tate no me necesitaba. Él merecía mucho más de lo que tenía ahora. Él merecía disfrutar de su vida sin ataduras o ningún estorbo que lo estancara. Se merecía salir, conocer nuevas personas, enamorarse... Mi hermano siempre había estado tan enfocado en priorizar mi bienestar que incluso se olvidó de sus propios sueños.

Segundos después, las puertas del baño se abrieron, arrastrando mis pensamientos a la distancia y mostrando a una Parker con el ceño fruncido. Ella se quedó de pie frente a mí, primero observando mis ojos acuosos y luego la mano baja que aún sostenía la hojilla. Me pareció irónico que, de todas las personas que había en esta escuela, justamente tuve que toparme con la que más me odiaba.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó con cautela. No sabía cómo lo hacía, sonaba preocupada pero al mismo tiempo indiferente.

—Nada.

—¿Es en serio? ¿En el baño de la escuela? No puedo creerlo —chasqueó la lengua con desaprobación-. Ya no sabes qué hacer para llamar la atención.

Antes, las palabras duras de Parker siempre me habían herido de alguna manera. Ahora, entre todas las cosas, estaban fuera de mi lista de principales preocupaciones.

—No es tu problema lo que hago o mis motivos.

—Tienes razón, no es mi problema, pero te recuerdo que esta escuela está dirigida por mi madre y que vas a ensuciar su reputación si terminas lo que sea que estés planeando hacer. Si quieres cometer suicidio, hazlo en otra parte.

Pasó a mi lado, rodeándome y se miró en el espejo, peinando su espesa melena rubia decolorada.

Odiaba admitir tal cosa, pero Parker tenía razón. ¿Qué pasaría si la gente encontrara mi cuerpo moribundo en este baño? Sería el escándalo y la fuente de cotilleos de todo el código postal, sin contar lo mucho que lastimaría a Tate enterarse de una noticia como esa...

The hate in your eyes Where stories live. Discover now