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Hanni esta muy feliz, y no es por menos. La persona que hace latir su corazón la invitó al cine.

Tal vez no debería hacerse ilusiones, estuvo pensando en sus propios sentimientos. Si, estaba segura de que estaba enamorada de Minji.

de que ella solo la viese como una amiga, algo que le provocaba un malestar en el pecho.

Sabía que la quería, ¿pero lo hacía de la misma forma?

Hanni era sensible, por eso no pudo evitar hacerse ilusiones al escuchar la invitación de parte de su mayor. Una pequeña (no tanta) parte de ella imaginaba que se trataba de una cita.

-¿Porqué sonríes así?

-Es que estoy muy feliz -respondió sin dejar su sonrisa.

Caminaba al lado de Minji dando pequeños saltitos, no mentía cuando dijo que estaba muy feliz.

-Vamos, llegaremos tarde -la pelinegra tomó la mano de la más baja para apurar el paso sin darse cuenta del sonrojo que le provocó.

         
                                 [....]

Después de ver la película, ambas chicas fueron por unos helados mientras paseaban por el centro comercial.

En ocasiones entraban a tiendas sin comprar nada.

Bueno... Tal vez Minji compró algo mientras Hanni estaba en el baño. Pero ese es un secreto que aún no piensa revelar.

Pudo haber sido una salida simple pero para Hanni había sido especial ya que compartió ese momento con su enamorada.

Como buena Unnie, Minji la invitó a quedarse en su casa. Una pijamada donde podían comer todo tipo de dulces y hablar, solo hablar.

No era la primera vez que se quedaba en casa de los Kim, de hecho se llevaba bien con los padres de Minji.

Cuando llegaron Hanni no pudo evitar soltar un bostezo.

-¿Estas cansada bebé? -preguntó Minji pasando su mano por su oscuro cabello en una suave caricia.

La menor se sonrojo y sonrió levemente. Sentía cosquillas en su estómago por la forma en la que la llamó, pero también confusión.

<<¿Soy yo o Minji esta más atenta que antes?» pensó.

No es que le desagradaba, simplemente le pareció curioso.

-No es nada -le restó importancia-. Mejor vamos por esas golosinas.

Minji asintió sonriendo. Después de atacar la cocina, ambas subieron a la habitación de la mayor donde se sentaron en la cama y Hanni encendió la televisión.

-¡Oh Unnie! Están dando un maratón de La Ley y el Orden -dijo con emoción puesto a que esa era una de sus series favoritas.

-Genial, entonces vamos a verla.-la pelinegra se acercó para sentarse cerca de la menor.

Últimamente siempre estaba buscando su cercanía, además de que se había vuelto algo consentidora. Su actitud emocionaba y confundía a Hanni por partes iguales, sabía que algo había pasado para que Minji cambiara, aunque no estaba segura de que.

¿Qué diría si se enteraba de que Minji se estaba dando cuenta de sus propios sentimientos? ¿Cuál sería su reacción al saber lo que provocaba en su mayor?siempre fue alguien amable.

Pero jamás lo sabría si no se lo preguntaba ¿cierto? Bajo la vista a su regazo mientras buscaba la forma de empezar.

-Oye Hanni-ah... ¿Podría hacerte una pregunta?

Pero no obtuvo respuesta. Ladeó la cabeza en dirección de la menor pero la encontró totalmente dormida. Aún tenía una bolsa de papas en sus manos y roncaba levemente.

Sonrió y acarició su mejilla, Hanni se removió pero no despertó.

-¿Qué haré contigo? -suspiró sin alejar su mano-. A veces enserio eres una bebé.

No sabía de donde vino aquel impulso, solo supo que se acercó y dejó un beso en su frente, otro en su mejilla y otro en su nariz.

-Yo... Estoy enamorada de ti Hanni.

¡ 𝖳𝖤 𝖯𝖠𝖦𝖮 ! ; 𝖻𝖻𝖺𝗇𝗀𝗌𝖺𝗓Where stories live. Discover now