Cap 2

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Narra Tn

Los años pasaron rápido, tengo 15 años y estoy en preparatoria junto a Shinichi, Ran y Sonoko; somos buenos amigos pero está última se la pasa discutiendo con el castaño, aunque me da un poco de gracia, esos dos no pueden quedarse solos en el mismo lugar porque capaz y se matan. Con el pasar de los meses había empezado a sentir algo por Shinichi, se podría decir que me enamore de mi mejor amigo; pero no tengo el valor para declararle mis sentimientos.

La noche atenrior dormí en casa de los Kudo para ir en la mañana con Shinichi a la escuela, me encontraba durmiendo plasidamente hasta que escucho un fuerte estruendo como si algo hubiera explotado; causando que cayera de la cama por el susto, el ruido fue más de un choque pero logró que ambos despertáramos sobresaltados.

- ¿Pero qué a sido eso? - mencioné desde el suelo

- Jajaja, no sé pero es gracioso que te cayeras de la cama - respondió entre risas

- Malo - dije en forma de puchero mientras me levantaba

Ambos nos asomamos a la ventana y vimos que era mi abuelo, otro invento fallido pensé en eso salí para ver como se encontraba; algún día el abuelo me dará un infarto.

- ¿Qué cree que estás haciendo abuelo? - cuestioné mientras Shinichi trataba sus heridas en la biblioteca

- Pensé en despertarlos y esto fue mejor que un despertador, veo que Yusaku se volvió un gran escritor por leer bastante - dijo observando la inmensa habitación

- Profesor deje de moverse - dijo para poder curar sus heridas, en eso pregunta - ¿qué invento es ese profesor

- Es una mochila cohete, con esto ya no habrá más trafico y cuando logre repararlo seré millonario cuando estén en venta - mencionó animado

Shinichi y yo cruzamos miradas preocupados, los inventos de mi abuelo pueden ser buenos pero aún hay varios que explotan; mientras el abuelo nos explicaba el funcionamiento del cohete mochila o como lo llamé, lo activo por error chocando contra una de las estanterías.

- Pobre hombre - murmuró mientras yo negaba divertida

Dejando a mi abuelo en su casa ambos nos encaminamos a la escuela, en el camino escuchaba a las chicas hablar de lo talentoso y atractivo que es Shinichi; sin saber que las estábamos escuchando, el ojiazul reía como loco por todo lo que decían las chicas de él. En eso una chica lo golpea con su bolso en la cabeza parando así las risas desquiciadas de nuestro amigo, agradecí mentalmente a la castaña de orbes violetas que acababa de aparecer; se notaba algo molesta y supuse que sería por la fama de Shinichi.

- Buenos días Ran - saludé

- Buenos días Tn, Shinichi - mencionó con una sonrisa

- ¿Por qué estas tan molesta?

- No estoy molesta, solo que por tu culpa mi padre no tiene trabajo

- No empiecen a pelear chicos - exprese con algo de temor

- No le he quitado el trabajo a tu padre, qué él no sepa resolver los casos no es culpa mía - ante esas palabras la de orbes violáceos le mando un puñetazo al poste dejándolo con grietas a lo que Shinichi menciona con leve temor - no por nada eres la capitana del equipo de Karate

- Qué miedo - dije colocándome detrás del castaño

Entre charlas amenas llegamos al instituto, mientras caminábamos un balón de fútbol se dirigió hasta nosotros; al cual Shinichi le dijo al arquero que intentara detener ese tiro, el cual dio de lleno en la red.

- Si no hubieras dejado el equipo de fútbol serías una gran estrella - comentó Ran, pero tenía razón Shinichi tiene talento en el fútbol

- Sabes que solo entre al club de fútbol para entrenar los músculos y así poder atrapar a los delincuentes, además mira cuantas cartas de admiradoras - expresó alegre por su fama como detective

- Es bueno tener Fans, pero nunca pensaste en tener una sola novia - ante su pregunta el castaño me observó de reojo

- ¿Por qué me vez así? Tengo algo en la cara - dije extrañada

Así pasamos hasta que Ran le preguntó a Shinichi si se acordaba de lo de mañana, el castaño no entendía de lo que hablaba; la karateca molesta empezó a mandarle patadas las cuales el castaño esquivaba, mientras le decía que él había prometido llevarnos a Tropical Land si ella ganaba la competencia y una de esas el ojiceleste se agachó quedando bajo la falda de la chica.

- ¡Pervertido! - exclamó molesta

La chica persiguió a Shinichi hasta llegar al salón de clases, aunque debo admitir que yo tampoco recordaba esa promesa; las clases transcurrieron con normalidad, sin embargo, Ran y Sonoko se la pasaron cuchichando entre ellas ¿qué estarán tramando estas dos? Desde que les confesé que me gusta Shinichi se la pasan así. Al culminar las clases, todos fuimos a nuestras casas y Ran le dijo a Shinichi que no olvidara la salida de mañana.

Narrador omnisciente

A la mañana siguiente Tn se levantó temprano, se organizó y fue a preparar el desayuno; la castaña preparó pan tostado, huevos con tocino y dos tazas de café. El aroma del desayuno llegó hasta la casa de su abuelo, quien fue a ver como se encontraba ese par de adolescentes; al llegar llamó a la puerta y luego de unos minutos fue recibido por su nieta que lo hizo pasar.

Shinichi se encontraba en la sala leyendo el periódico mientras la de orbes esmeralda terminaba de preparar el desayuno, en eso escucho la puerta siendo abierta así que fue a ver quien había llegado; al estar en el comedor la mesa ya estaba puesta y el desayuno servido.

- Buenos días, veo que no fue necesario llamarte - mencionó con una sonrisa

- Te había dicho que prepararía el desayuno - expresó con algo de fastidio de que la ojiverde le hiciera cada mañana el desayuno

- Si fuera por ti vivieras de puro café, mucha cafeína en el sistema hace daño - regaño a su amigo, cosa que hizo que el mayor entre ellos riera; ambos jóvenes voltearon a ver al inventor con cara de "cuál es el chiste", el señor parando de reír les dice.

- Es que parecen una pareja, incluso prácticamente viven juntos - su comentario los sonrojo a más no poder

Los chicos no habían notado eso, pero viéndolo desde ese punto era verdad; hace 4 años que prácticamente vivían juntos, la chica pasaba cada noche en casa de los Kudo para cuidar la salud alimenticia de su amigo ya que este nunca comía a las horas que eran; también cuidaba la dieta de su abuelo aunque este fuera ocioso y siempre fuera a comer de más, estos dos preocupaban mucho a la pobre chica. Dejando el tema de lado los tres desayunaron en completo silencio, lo cual era extraño tratándose de ese par; despidiéndose del mayor los chicos fueron con dirección al parque de atracciones.

La nieta de AgasaWhere stories live. Discover now