Capítulo 1

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Disclaimer: No soy dueña de los personajes de DC CÓMICS. Créditos a sus respectivos creadores. Contenido sin fines de lucro.

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Había pocas cosas en el mundo que hacían llorar a Raven y una de ellas era despertarse casi todas las noches con aquellos sueños en los que perdió la batalla y también al "amor de su vida".

En sus frecuentes fantasías un guapo muchacho de ojos verdes y ella compartían no sólo amor por la justicia sino también el uno por el otro. Sellaron el momento con un beso antes de que el fin del mundo se posara sobre el horizonte en forma de una luz blanca y finalmente, nada. Sólo oscuridad.

Un sobresalto en la cama y a la par unas inmensas ganas de llorar se iban acumulando en su pecho. A los ojos de la demonesa, aquellas dos personas tuvieron un romance efímero, pero bonito. Lo que ella deseaba vivir ahora mismo...más que nada.

Raven siempre supo que aquel muchacho de ojos esmeraldas existía en algún lugar del mundo, quería encontrarlo y saber si él también pasaba por lo mismo, porque aquello no podían ser sólo simples sueños. No según todos los libros que había leído. Ella estaba convencida de que se trataba de una vida pasada.

Se levantó de la cama y se dirigió de forma perezosa hacia el lavabo, mojó su rostro, se secó y se miró al espejo. Había algunas diferencias con la Raven de sus sueños y ella, en primer lugar, su cabello era más negro, largo y lacio y como civiles se vestían totalmente diferentes.

Miró el reloj y este marcaba las 4:55 a.m.

"Por Azar, aún es demasiado temprano." —susurró la mitad demonio. Recordó que no había comido nada y se dirigió a la cocina de la torre.

No fue sorpresa para ella encontrar a su líder de madrugada preparando café, Tim casi nunca dormía, era pálido cual fantasma y cargaba con unas grandes ojeras, sin embargo, ante los ojos de ella, era el ser más hermoso del mundo.

Se sonrojó ligeramente.

"Raven, ¿qué haces despierta a esta hora? ¿No deberías estar durmiendo?" —cuestionó el pelinegro mientras le daba un sorbo a su taza de café.

"Yo podría preguntarte lo mismo, Tim."

El de ojos azules llevó su mano libre detrás de su cabeza en señal de vergüenza.

"No podía dormir, no cuando mañana salimos de misión durante tiempo indefinido. Así que estuve afinando los últimos detalles para que todo salga bien, ¿qué me dices tú? ¿qué te hizo madrugar?" —preguntó interesado el hijo adoptivo de Bruce Wayne.

La mitad demonio no supo qué contestar, Tim y sus compañeros titanes estaban al tanto de sus constantes sueños, pero jamás se atrevieron a preguntarle de qué se trataban. Ella, como siempre reservada, tampoco lo expresó. No obstante, algo dentro de ella le decía que le contara a su líder qué era lo que ocurría.

"Son mis sueños, otra vez..."—confesó la de mirada amatista.

"Entiendo...no te preocupes, si no quieres hablar de ello..."—Raven le cogió la mano por mero impulso y susurró:

"De hecho sí deseo compartirlo contigo..."—la fémina clavó su mirada en la azul de él.

"Raven...no tienes que sentirte obligada, sabes que todos en la torre respetamos tu pasado."

"Los sueños no son sobre mi padre o mi herencia demoniaca, Tim, sino sobre...sobre... ¡Ugh! No sé cómo explicarlo sin sonar como si hubiera perdido totalmente la cabeza." —Raven se llevó ambas manos al rostro derrotada.

Surrender (Damirae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora