4

3.5K 289 58
                                    

Aprovechaste la coyuntura para bajar la falda de tu vestido y recuperar tu sostén, dado que el enganche debió soltarse en algún momento y se había precipitado al suelo a los pies del tocador. Al menos estaba cerca y no tuviste que caminar... Lo abrochaste detrás de tu espalda y pasaste los brazos por los huecos de los tirantes, cubriendo la parte superior de tu cuerpo mientras observabas tu aspecto en el espejo y plisabas las arrugas de tu ropa.

No quedaba rastro de tu pintalabios, tu cabello estaba enmarañado y lucía como un almiar, los ojos tenían un brillo particular que destacaba sobre el rubor natural de tus mejillas... apreciándose que lo habías pasado muy bien con tu aventura...

—¿Te importaría prestarme un cepillo? —Le preguntaste al peinar tu melena con los dedos y notar enredos.

Para entonces, Spicy Candy había retrocedido sobres sus pasos, situándose detrás de ti para observar tu comportamiento con curiosidad.

—Cajón de la izquierda. —Indicó con un cabeceo, teniendo la confianza o la cortesía de subir la cremallera trasera de tu vestido.

Le agradeciste y abriste la gaveta del tocador, entreteniéndote en desenredar los líos enmarañados que el atractivo hombre dejó como recuerdo de sus intensos jalones. Si ibas a regresar con tus amigas querías estar más o menos presentable... así que cepillaste tu cabello hasta darle algo de volumen y devolviste el enser a su lugar. Acicalaste las suaves ondas que se habían creado y batiste las pestañas, dando un respingo cuando un objeto frío tocó tu brazo desnudo de manera inesperada.

Spicy Candy te estaba ofreciendo un vaso con agua, instándote a tomarlo en tus manos cuando agitó levemente la muñeca y entrecerró sus ojos, de nuevo enviando órdenes directas con una intensa mirada. Ataviado con sus pantalones y el torso descubierto, lamiste tus labios con aprecio y sed antes de beber, viendo a través del cristal que el rubio ceniza tomaba su propio vaso y apuraba el agua hasta el fondo para hidratarse.

 Ataviado con sus pantalones y el torso descubierto, lamiste tus labios con aprecio y sed antes de beber, viendo a través del cristal que el rubio ceniza tomaba su propio vaso y apuraba el agua hasta el fondo para hidratarse

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Cuál es tu nombre? —Indagó con ronca exigencia, enganchando sus dedos en el borde de tu vaso vacío para retirarlo junto al suyo.

—Si te dijera que lo olvidé... —Probaste su paciencia y él enarcó una de sus rubias cejas, ocultándola bajo su flequillo y la visera de la gorra policial que sorprendentemente aún seguía en su cabeza.

Así que querías seguir jugando al policía malo atrapando al ladrón... Él iba a ser bueno esta vez, pero definitivamente continuaría recreando su erótica utopía.

—Entonces no puedo devolverte tus objetos personales si no obtengo una identificación. —Respondió con arrogancia, cruzándose de brazos y acentuando el volumen de sus pectorales cuando los comprimió entre sus gruesos bíceps.

No esperaste esa réplica y te encontraste juntando las rodillas por acto reflejo, haciendo que su descarada sonrisa se ensanchara por tu descuido. Él se rio quedamente a través de una risa nasal, negando con la cabeza mientras avanzaba hacia ti con un aire seductor propio de un playboy o un galán que sabía lo que se hacía.

More Spicy, but still Candy (+18) [BakugouxLectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora