26. Lugar seguro [II]

92 9 1
                                    

Parte II 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Parte II 

Samantha

Trago hondo porque me gustaría tener esa respuesta, pero la verdad es que tengo miedo de que el resultado rompa mi ilusión. Estoy en una página donde todo va tan bien que no quiero darle el permiso de que algo lo dañe. La felicidad que tengo ahora no quiero perderla.

—Te juro que hoy la tendrás, solo que...

Su semblante se suaviza cuando deja libre una exhalación corta de rendición y me muestra una sonrisa comprensiva.

—Quieres estar segura antes de decirnos. —completa por mí.

—Cielo...

La voz de mi madre interrumpe en la sala de estar y puedo ver que se detiene como impulso antes de chocar con la espalda de Kurt, mi corazón se detiene por segundos y por los labios entreabiertos del hombre frente a mí deduzco que su corazón le pasa algo igual. Mi madre se disculpa con algo de intriga para descubrir a la persona.

Congelo este momento porque ella no tiene idea de que el hombre con el que se disculpa por interrumpir puede ser su hijo, Kurt sin lograr evitarlo se queda absorto al conectar con la mirada de mi madre. Ella le da una sonrisa apenada aunque el escaneo disimulado que le da a él me hace saber que este encuentro le genera una sensación rara.

La mirada cristalina de ella me busca y regresa a Kurt que cada vez no logra disimular la conmoción, es que solo se necesita ser ciego para descubrir el parecido en nosotros. Max me lo resaltó la tarde que me acompañó para encarar a Kurt.

—Cariño, pensé que estabas sola. —resalta sin poder sostenerme la mirada.

Sus ojos cada dos por tres segundos en el hombre que todavía no puede dejar de observarla.

—Un gusto, yo soy madre de Sam.

La dulzura con la que ella habla me deja casi flaqueando, no sabe lo que ha producido esas palabras tanto en Kurt como en mí. Mi ansiedad incrementa al ver que Kurt no corresponde el saludo.

—Él es... un amigo. Kurt. —le presento sintiendo mi corazón bombear a mil.

Eso basta para despertar del trance al aludido, sus movimientos son torpes y las palabras son solo oraciones atropelladas.

—El gusto es mío, se... señora —balbucea Kurt y por segundos huye la mirada para pedirme ayuda—. Yo tengo. Digo, ya me iba.

No lo culpo ante ese atropello de palabras, tener a la persona que probablemente te dio la vida y te arrebataron de sus brazos, eso no es algo que se procesa en minutos. Tanto mi madre y yo somos testigos de la huida nerviosa de Kurt para quedar en un silencio que no podría decir que es tenso o incómodo, más bien es uno lleno de conmoción.

Con urgencia busco cualquier cosa para borrar lo que dejó este encuentro, es hasta ese momento que me percato de las fundas que trae en sus manos y me recuerda el motivo de su visita. Le prometí que juntas nos prepararíamos para su evento, le pido que subamos a mi habitación para hacer de su magia en conjunto; amo que mi madre me siga la corriente omitiendo todo el momento con Kurt.

Aprendí a confiar en tiWhere stories live. Discover now