━━ VEINTE 𖣠ˇ

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︎—¡Thomas, no!

—¡No! —los gritos de los Habitantes ahora iban dirigidos a Thomas y el como este había logrado ingresar al Laberinto, sin sufrir daño aparente. Las puertas se cerraron dejando a toda una multitud anonadada, mientras Lizz seguía gritando y oponiéndose al agarre del rubio.

—¡Suéltame! —cuando al fin pudo soltarse, se abalanzó sobre los muros, golpeando con su puño cerrado la pared, llena de frustración e irá —¡Minho! Alby... —cerró sus ojos con fuerza, reprimiendo sus lágrimas —¿¡Por qué lo hiciste!? —se giró a mirar a Newt, su ojos estaban cargados de coraje y angustia, y un poco atrás de estos; culpa —¡Yo tenía que ayudarlos!

—Lizz.

—¡Era mi decisión!.. Era mi deber —Lizz no era capaz de mirar a nadie a los ojos, todos la observaban, la mayoría al no entender qué pasaba con la chica, los otros, al recordar escenas del pasado.

Al sentir una lágrima bajar por su mejilla se sintió avergonzada por su actitud, pensando que era ridícula por el escándalo que hacía. Se limpió su mejilla y salió de la multitud para correr al bosque.

—¡Lizz! —Newt intentó llamarla sin resultado, y tras pedirle a cualquier chico que se quedara a vigilar las puertas corrió detrás de ella.

Por varios minutos vagó por el bosque, llegando a cruzar el cementerio en una ocasión. Pero en un intento de recordar el pasado y recuperar esas emociones de pánico que había sentido cuando Lizz entró por primera vez al Laberinto y temer perderla, recordó el lugar especial que tenía con la chica: la cascada. Corrió como pudo mientras jadeaba con frecuencia por el cansancio. Cuando llegó, pudo observar a la chica enfrente del pequeño lago, cubriendo su rostro con sus manos y soltando lloriqueos y gemidos por las constantes lagrimas que le salían de los ojos y el desborde de sentimientos.

Todo parecía reproducirse nuevamente en su cabeza, y lo odiaba, odiaba sentir que todo era lo mismo todo el tiempo.

—Lizz —la mencionada giró abruptamente, haciendo notar sus ojos rojos al igual que sus labios y nariz. Sorbio su nariz en un intento de calmarse.

—No te necesito acá —soltó tajante.

—Quiero que entiendas porqué lo hice —se acercó a ella. Lizz arrugó sus cejas enojada por su descaro.

—¿Entender? ¡Son mis amigos! Yo debía ayudarlos —exclamó fuera de sí, sus emociones ganaban ventaja.

—Tambien son mis amigos, Lizz... ¿No crees que no fue difícil para mí ordenar que nadie entrara por ellos? —ladeó su cabeza, al tiempo que arqueaba sus cejas.

⁰¹ LA CREADORA ˇ  ━━ 𝑻𝑯𝑬 𝑴𝑨𝒁𝑬 𝑹𝑼𝑵𝑵𝑬𝑹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora