✨One-Shots✨ Multifandoms 2.0

024 - Cayo Vulturi (Crepúsculo)

✨La época más triste✨

Navidad, otra vez. Cada vez que estas fechas llegaban, el odio a mí misma regresaba.

No podía pensar más que en cómo mi vida se había destruido por un monstruo sediento de poder, que me convirtió en un monstruo como él. Un vampiro, un monstruo sediento de sangre.

Seguí caminando por las calles de Volterra iluminadas con luces navideñas, con los humanos paseando cargados de bolsas con compras de última hora. Tan ocupados con sus cosas como para notar lo que pasara a su alrededor, igual que la noche en la que mi corazón dejó de latir.

Me detuve frente al escaparate de una tienda, viendo que en las guirnaldas de luces que lo decoraban habían añadido fotografías de familias felices que colgaban.

Las ganas de llorar me inundaron, pero las lágrimas jamás caerían. Nunca debí volver, por muy desorientada y confusa que estuviera...

Noté su mirada penetrante sobre mí antes de ver su reflejo en el cristal del escaparate, estaba segura de que estaría furioso porque había salido sola, sin avisar y sin escolta.

Lo extraño era que parecía estar solo, pero sabía que algún miembro de la guardia estaría cerca.

–Necesitaba salir. – Le susurré arreglando la bufanda que rodeaba mi cuello para retomar mi paseo por la ciudad.

Me era completamente innecesaria, pero me había parecido buena idea complementar el abrigo negro que me cubría con un pequeño toque de color.

–Sabes que no debes salir sola, querida. – La voz de Cayo me llegó clara mientras caminaba a unos metros detrás de mí.

–Ahora ya no estoy sola, ¿no? – Pregunté sin detenerme aún con el claro enojo que había tras las calmadas palabras de Cayo. – Te pedí dar una vuelta, pero te negaste.

–Y aún así sales.

Me detuve, dándome la vuelta para mirarle con molestia. Cayo me alcanzó, deteniéndose frente a mí, su enojo más claro en sus rojizos ojos.

–Sigues sin entender lo que esta época del año significa para mí, ¿verdad, Cayo? – Le pregunté, apartando la mirada para ver cómo los humanos seguían paseando. – Ver el ambiente navideño me hace recordar todo lo que pasó.

–No necesitas seguir torturandote porque tu sed te controlara poco después de tu transformación. – Me dijo sujetando con firmeza mi mentón, para obligarme a volver a mirarle. – Es lo más normal, ___(TN), pero ¿sabes lo que no es normal?

–Voy a seguir saliendo en estas fechas, Cayo, te guste o no. – Le interrumpí volviendo a molestarme, apartando con fuerza su mano de mi barbilla. – No me vengas con tu reprimenda de cada año, porque no te sirve para nada.

–No deberías salir, menos si lo haces sola.

Una lucha de miradas se inició entre nosotros, ninguno dispuesto a ceder. Pero caí en la cuenta de que era la primera vez que Cayo salía a buscarme, que no se había limitado a mandar a un par de miembros de la guardia para hacerme volver.

Aparté la mirada y pasé por su lado, caminando hacia una calle por la que se llegaba antes a una entrada del castillo, pasando entre Félix y Demetri que nos habían estado observando, ignorando sus saludos.