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ANASTASIA GÓMEZ.
(La cena)

Me encontraba en el supermercado comprando algunas cosas que me hacían falta en casa, habían bastantes personas a mi alrededor pero trataba de no verlas mucho para así no llamar la atención dado que los medios estaban sobre Charles y Pablo últimamente.

---Ana, feliz año nuevo ---una voz femenina hizo que asustada me diera la vuelta.

Al ver de quién se trataba no supe que hacer, era Regina quien estaba parada frente a mi.

---Feliz año nuevo ---respondí tratando de formar una sonrisa.

Había pasado bastante tiempo desde la última vez que la había visto, no quería empezar el año de mal manera con nadie.

---¿Cómo has estado? ---pregunto mientras se acercaba con una sonrisa amigable.

---Bastante bien, gracias por preguntar.

---Ana... Estuvo demasiado mal lo que hice, de todo corazón te pido mil disculpas ---sus palabras sonaron sinceras y muy distintas a la otra vez.

---Te disculpó Regina, pero no podemos seguir siendo amigas ---finalmente respondí, no me veía capaz de volver a estar con ella sin pensar en el pasado, al menos no tan pronto.

---Gracias, y está bien, yo entiendo ---ella tomo una lata de leche y la puso en su carrito---¿Te puedo dar un abrazo? Es tarde pero...

---Nunca es tarde para un abrazo ---accedí, ella sonrió y lo hizo.

Fue un abrazo corto pero que ambas necesitábamos por igual, perdonar no esta mal después de todo.

---Te dejaré para que sigas haciendo tus compras ---me dedicó una sonrisa antes de darse la vuelta e irse.

Camine hasta la sección de cereales y tome los que pude, por mi mente solo pasaba el compartirlos con Charles mientras veíamos películas.

Después de tomar lo necesario fui a pagar, la fila era bastante larga por lo que saque mi celular un rato.

---¡Ana! ---asustada gire mi cabeza para ver así de quien se trataba.

---Aurora... Es bueno verte ---le di un beso en la mejilla metiendo mi celular en mi bolsillo---¿Cómo estás?

---Estoy bien, no creí verte aquí ciertamente ---dijo ayudándome a poner las cosas en la mesilla eléctrica---Pero me pone contenta.

---Tambien me pone contenta el verte después de tanto ---respondí con sinceridad.

Pague lo indicado y me hice a un lado para que así ella también pudiese pagar.

---¿Y que harás luego? ---ella me preguntó, no tenía nada más que hacer más que prepararle la cena a Charles.

---Nada ---respondí encogiéndome de hombros dado que Charles regresaría hasta tarde y tenía tiempo de sobra.

---¿Te gustaría ir a tomar un café?

---Por supuesto.

Ella pago sus cosas y luego caminamos hasta un café cercano al supermercado sugerido por ella.

---Dos capuchinos ---pidio luego de preguntarme si lo deseaba.

CAFÉ ―Pablo Gavi, Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora