extra 🧸

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Para bien o para mal, Jungkook había dejado de pasar desapercibido entre sus compañeros desde que quedó seleccionado en el equipo femenino de porristas.

Habían pasado un par de semanas y había decidido dejar su miedo del que dirán respecto a su vestimenta, había comprado muchas faldas, de todos los colores y diseños para poder crear distintos conjuntos que usar a diario. Jimin, por su parte, no podía estar más orgulloso de su pequeño conejito, haciéndole saber a diario cuando iba a buscarlo a su casa lo hermoso que se veía.

Aunque si había algo que al mayor realmente no le gustaba, y no tenía que ver con la elección de ropa de su novio, si no, con las miradas y atención que comenzó a recibir su castaño, generalmente las chicas eran las más educadas; solamente parándolos amablemente en el pasillo para halagarlo,  ya sea su estilo o lo lindo que se veía, Kook por lo general se ponía algo tímido y agradecía con una linda sonrisa.

Pero por otro lado, sus compañeros eran cuento aparte. Ya estaba harto de que en cuanto dejaba a su novio sólo, comenzaban las palabras vulgares o silbidos, el menor decía que sólo los ignorara, que sólo lo hacían para molestar, pero Jimin notaba la incomodidad que le causaba, muchas veces llegando a bajar sus lindas faldas cuando caminaba sólo por algún pasillo.

Aunque claro que eso no impediría que siguiera usando aquella prenda que tanto amaba, claro que no.

> (。•̀ᴗ-)✧

Desde que Jungkook entró al equipo, no había nadie quien estuviera en desacuerdo con que tenía algo en especial, no sabían si era su flexibilidad, su gran técnica o simplemente su hermosa y contagiosa sonrisa.
Solamente sabían que tenerlo en el equipo era casi una bendición pues ahora rendían mucho mejor.

Y Jimin, Jimin solamente lo miraba con ojos en forma de corazón en cada práctica, estaba tan enamorado de aquel chico que cualquier cosa que hacía lo tenía vuelto loco, llegando a sentir su corazón acelerarse cuando de repente Kook lo saludaba con la mano y una sonrisa en los descansos.

Aquel día, el mayor estaba esperando que Koo saliera del camerino dónde estaba duchandose después de la práctica, estaba distraído en su teléfono que no sintió a su lindo novio acercarse hasta que le robó un beso en la mejilla riendo de manera traviesa, tomó su mano para comenzar a caminar juntos por el gimnasio, el porrista simplemente se había dejado la falda el uniforme poniéndose una sudadera un poco grande (de su novio, claro).

Estaban a punto salir entre cómodas conversaciones cuando una voz resonó en el vacío gimnasio haciéndolos a ambos girar la cabeza en su dirección.

—Hey, Park ¿Tu muñeca cobra mucho la hora?¿Nos la prestas?—

Dijo un tipo del equipo de fútbol quien estaba entrando por la otra puerta junto con sus amigos a quienes sus palabras le hicieron gracia pues comenzaron a reírse escandalosamente.

Jungkook rodó sus ojos caminando con intenciones de seguir su camino a la salida, pero Jimin quedó en su lugar mirándolos fijamente con el ceño fruncido en un claro signo de molestia, no se llevaba muy bien con Yugyeom, aquel chico siempre le hacía burla por su puesto en el equipo de porristas, y realmente le valía muy poco, aunque claro que eso cambiaba cuando se trataba de Jungkook, si no fuera por él, sabía que habría agarrado a golpes a todos aquellos que lo ofendian casi a diario, después de todo los profesores no hacían mucho escuchando incluso un "si se vistiera normal, esto no sería un problema" de un profesor de matemáticas cuando se acercaron buscando ayuda.

Pero el menor le explicó varias veces que no le importaba, que estaba bien, y que no debía meterse en problemas, Jimin tenía un expediente perfecto y más con los puntos que ganaba como ayudante de la entrenadora, sabía que podría entrar a una gran universidad, Kook no quería que su novio perdiera todo eso por él.

i wanna be a cheerleader¡!♡ jikook t.sWhere stories live. Discover now