5- Corazón despeinado

329 51 20
                                    

Ya era lunes. Rubén y Alex se levantaron a las ocho de la mañana porque hoy tenían la presentación. Estaban un poco nerviosos pero sabían que lo controlaban.

—Alex. —El rubio llamó a su amigo, y esté le miro. —El cine es hoy a las 21:00 ¿no? —El pelinegro asintió y salieron de la residencia, camino a la universidad.

Guillermo y Alejandro tenían un plan. Habían dicho a ambos que iban a ir los cuatro, pero era mentira, y tenían las excusas perfectas. Alex diría que había quedado con su hermano y Guillermo había quedado con su primo Borja.

Los dos estudiantes llegaron a la universidad, y en poco más de dos horas acabaron. Alex recibió un mensaje de su aliado para comenzar el plan.

—Ay, Rub. Tengo malas noticias. —Comenzó a hablar, mirando a su amigo el cual le miró de vuelta. —Hoy no puedo ir... se me había olvidado que había quedado con mi hermano, y no puedo cancelarlo. Ya sabes cómo es mi hermano con su trabajo.

—¿Qué? ¿Voy a tener que ir a ver una peli solo con Samu y Guille? —Contestó haciendo énfasis en los nombres, y al ver a su amigo asentir suspiró. —Me voy a morir de vergüenza Alex, te lo juro. Pero bueno... voy a ir, pero porque tengo muchas ganas de ver Avatar.

Alejandro asintió de nuevo, justo antes de enviarle a Guillermo un pulgar hacia arriba para avisarle de que había convencido a Rubén, y ya lo único que quedaba era que Guille hiciera su parte.

Guillermo entró al despacho de su amigo, el cuál estaba firmando un contrato de publicidad.

—Si vienes por lo de publicidad, ya lo he revisado y está perfecto. He dado el visto bueno, luego lo preparas tú todo. —Levantó la mirada y miró a su amigo, el cual hizo una "o". —No venias a hablar de trabajo, ¿verdad?

—La verdad es que no. —Rió levemente mientras se sentaba en frente de su amigo. —Pero me alegro que te haya gustado, luego felicito a mi equipo.

—Vale, ¿de qué quieres hablar? Soy todo oídos.

—Hoy no puedo ir a ver la peli. Ha venido mi primo de Los Ángeles de sorpresa y me ha rogado que nos veamos hoy. —Comentó su amigo viendo como el contrario levantaba las cejas, y cómo sus dedos pulgar e índice acariciaban con fuerza su entrecejo.

—¿Me estás jodiendo? ¿Me tengo que ir con dos universitarios a ver una peli porque viene tu puto primo de mierda? —Peguntó enfadado antes de mirar a Guillermo seriamente. Hoy el castaño no llevaba un buen día.

—Lo siento, ¿vale? Si quieres le digo que hoy no y ya. —Dijo antes de agarrar su móvil, pero su amigo se lo quitó.

—No, da igual, voy con ellos. No quiero quedar mal. —Le devolvió el teléfono y volvió a mirar unos papeles con cuentas de fabricación.

Su amigo se despidió al verle tan ocupado, y salió escribiéndole a Alex que ya había cumplido con su parte.

Un Samuel bastante molesto entró al chat de Guillermo para agregar el contacto de Rubén y suspiro. Tenía ganas de ver aquella película, y entendía que Guillermo quisiera ver a su primo pero, ¿dejarlo tirado con dos chicos que apenas conocía? Eso era de ser un cabrón.

Sobre las cinco de la tarde, el teléfono de Rubén sonó. Era su jefa, la cual le llamó para avisarle que tenía que ir a trabajar porque había fallado un compañero suyo. El rubio suspiró enfadado, siempre pasaba lo mismo en su día libre. Así que se fue a trabajar y antes de entrar escribió un mensaje a Samuel diciéndole que no iba a ir. Escribió el mensaje, pero no lo mandó porque su compañera le saludó y se le olvidó.

Media hora antes de la sesión, llegó Samuel solo. Iba con una camiseta blanca apretada y con unos pantalones negros. Nada más llegar, Guillermo avisó de que Alex no iba porque había quedado con su hermano, y suspiró. Su única esperanza era que llegara el rubio.

Del revés || rubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora