LO QUE NOS HICIERON DESEAR© [COMPLETA EN EDICIÓN]

CAP 7 - ELEANOR MOREAU

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El siguiente capitulo puede contener escenas de violencia tanto física como verbal, que puede llegar a impactar emocionalmente a personas sensibles y menores de edad, así como también herir susceptibilidades, por lo que se recomienda discreción.

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La pieza termina, dejándome aún más aturdida y angustiada.

"—Si pensaste que me tragaría la bazofia a la que juegan el señor Devine y tú, has sido muy ingenua. Puedes seguir jugando si es lo que deseas, pero serás mía tarde que temprano y ¡ah, querida! Pagarás cada una de estas humillaciones"

Las palabras de lord Oxton se repiten en mi cabeza una y otra vez, dejándome paralizada «¡Sabe que esto es una mentira!» mis ojos se desorbitan ante el horror.

—Señorita Moreau... señorita Moreau —escucho lejos de mí.

Por primera vez no me siento capaz de reaccionar, de pensar con claridad, de volver a la realidad. Escuché a la señorita Cock declararle su amor al señor Devine y por mucho que me gustaría pensar que él podría en verdad ya no amarla, al verlo tan sorprendido, mi temor simplemente se confirmó. Es probable que estuviese aun confundido por los hechos y que haya creído, o querido creer, que la había superado, pero no era así y tuvo que acontecer esto para que se diera cuenta.

—Eleanor, ¡Eleanor! —una voz familiar me saca por fin de mis cavilaciones.

Parpadeo varias veces, para darme cuenta que estoy fuera del centro donde se supone hace unos segundos estaba bailando con el señor Corignton, siento que me falta un poco de aire.

—¿Se encuentra bien? —me mira con gran preocupación al igual que Marge que está a su lado.

—Ne... —siento que necesito respirar— necesito salir... aire... —me ahogo.

—Vamos... —se ofrece Marge.

Niego con la cabeza rotundamente, apoyo mi mano cerca de mi pecho, luchando por respirar mejor y agitada.

—No... —consigo decir.

—Pero...

—No. —digo con voz tensa— necesito estar sola.

Sin ninguna palabra más, abro paso ante la multitud hasta encontrar la puerta que conduce al jardín, cada paso que doy basta para agitarme más y más, siento como si me fuera a desmayar.

«¿Qué está ocurriéndome?» Las palabras de lord Oxton combinadas con la de la señorita Cock resuenan en mi cabeza fuertemente, una y otra vez, mientras me adentro más y más en los pasillos del enorme jardín.

—¡Respira! —me repito a mí misma.

«Eleanor, respira» Alcanzo una silla de mármol cercano y me siento con pesadez, tocándome el cuello en un intento de poder respirar. Decido mirar al cielo con el propósito de calmarme, de devolver todo el aire que siento a los pulmones.