Tregua Navideña [ Demonios y Humanos ]

IX

Cazadores y demonios llegaron al lugar dónde querían estar. Algunos acompañados y otros en soledad. Ya habían disfrutado de estar juntos por mucho tiempo disgustando la comida y charlando con alegría, era todo lo que necesitaban para estar bien, y ahora que estaban sólos podrían estar más cómodos.

Nakime tocaba el biwa encima de un árbol viendo desde lejos la gran ciudad. Sentía mucha nostalgia al tener vagos recuerdos de su pasado, su vida, asesinatos y música tan bella.

Iguro, Mitsuri y Hantengu se habían vestido con una ropa casual para comprar algo en el mercado abierto de una ciudad, esperaban conseguir lo que querían.

Daki y Nezuko recolectaban flores de diferentes colores en una canasta. La pequeña no dejaba de sonreir cada vez que veían algo nuevo, aunque al no poder hablar sólo soltaba pequeños gruñidos. A Daki eso no le gustaba mucho, por lo que con su permiso, decidió sacarle su bambú para apreciar mejor su sonrisa.

—Esta mucho mejor.

—Gracias...

—¿Eh?! ¿Puedes hablar? —Nezuko ladea su cabeza confundida —Oh claro, sólo pocas palabras, mejor sigamos nuestro camino —Le dice sonriente y toma su mano suavemente.

Genya, Muichirou y Gyokko habían decidido ir a la cascada que había en el fondo del bosque para mojarse un rato. A pesar de que hacía frío lo disfrutaban demasiado, Kokushibo, Sanemi y Gyomei estaban juntos observando que no hagan travesuras desde una esquina. Rieron en un instante al ver como Muichirou jalaba algunas partes del demonio de un ojo en la boca.

—Bueno bueno, ya, yo debo irme a ver otra cosa así que ahí los veo —Les dice Gyokko alejándose de ahí, no podía soportar estar en medio de dos burlones —Fue divertido.

—Adios, ojos de boca —Se despide Genya.

—Adios colmillos —Habla último y desaparece en la oscuridad.

—Ay no, ese demonio va a empezar a hacer estupideces, mejor voy a verlo ¿Me acompañan? —Pregunta Kokushibo hacia las dos personas a su lado. Gyomei se levanta para ir tras él mientras Sanemi se niega. El prefería cuidar de su hermano.

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—¿Que es este lugar?

—Mira Zenitsu, aquí podremos observar los fuegos artificiales que se lanzaran a las tres de la mañana —Responde el demonio mirando el cielo que está repleto de estrellas, había un pequeño barandal para apoyarse y Zenitsu al acercarse a él se dió cuenta de lo alto que estaban en esa montaña.

—Kaigaku ¿Porqué me trajiste aqui?

—Solo quiero que aprecies la vista —Le dice sonriendo, se acerca a él cautelosamente y rodea uno de sus brazos en su cintura. Zenitsu se sonroja —¿No quieres estar aquí?

—No, está bien, quisiera disfrutar de esto aunque sea por un momento —Rie y apoya su cabeza en el pecho contrario —Me gusta estar a tu lado, lo disfruto a pesar de que fueron sólo pocos momentos.

Kaigaku al escuchar eso deja de agarrar el cuerpo del menor y toma su rostro en sus manos para hacer que se observen por un leve momento. Nunca había podido apreciar aquellos ojos que siempre paraban llenos de lagrimas, y ahora que lo hacía podía decir con mucha seguridad que eran los más bonitos que había visto hasta el momento, luego de eso y sin aviso alguno, unió sus labios a los contrarios dejando que uno de sus brazos rodeara su cintura y el otro tome su nuca. Zenitsu cierra sus ojos al sentirlo.

Era un humano y él un demonio

«¿Qué se supone que estaban haciendo...?»

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