Maybe Baby - CARMUEL

13

Los siguientes días Samuel y Carla volverán llevarse bien como mejores amigos, lo que por cierto lleva siendo toda la vida. Samuel andaba de alguna que otra fiesta, aunque había algo raro en el, se dejaba llevar por sentimientos y no le gustaba para nada.

-¿Carla está de acuerdo con que andas de fiesta todas las noches? – cuestiona Guzmán

-Carla es mi mejor amiga, es cierto que es la madre de mi hijo pero hemos hablado y creo que esto va a funcionar.

Guzmán fijaba mirada en su amigo, pero no le creía mucho.

-¿Qué sucede?

-Samu, no es mi deber meterme donde nadie me llama, pero me parece que a ti Carla te gusta más de lo que parece. Quiero decir, creo que la quieres y que ni tú mismo te das cuenta, ¿entiendes?

-Yo si la quiero, es mi alma gemela, mi mejor amiga, es mi Carla.

-Samuel, no hablo de ese tipo del amor, lo sabes.

Samuel se ríe al terminar de beber esa copa de whiskey.

-No me interesa como mujer, simplemente me preocupa la clase de chicos que le atraen, es todo.

Guzmán asintió con cabeza, pero no le creía.

-Carla me hace sentir cosas diferentes, me gustaba cuando me dijo que se enamoro de mí porque me gusta tener poder sobre mujeres, me gustaba jugar con ella, pero la que está jugando con mi mente ahora es ella.

Ni Guzmán sabía que pensar sobre eso, solamente estaba seguro que su amigo estaba negando sentimientos.

Sin embargo Samuel ya no quería seguir hablando sobre eso, en vez de eso se acercaba a una chica muy atractiva, estaba coqueteando con ella.

-¿Te quieres ir a mi casa? ¿Podríamos seguir conversación allí? – susurra ella

Samuel sonríe, pero no dice nada.

-Podría ofrecerte muchas cosas – añadió ella

Samuel deja de sonreír.

No quería confesar a sí mismo, pero esa chica solamente le parecía atractiva y nada más.

-Me acorde que debería ir a mi casa, pero igual podríamos dejarlo para otro día, supongo – decía el

-Lo sabía, tienes novia.

-¿Qué?

-Todos me decían que eres un mujeriego, que solamente buscas diversión, pero ahora creo que eres fiel a una sola mujer.

Samuel se pone intranquilo.

-Estas flipando, soy más soltero que nunca.

-A mi no me gustan hombres comprometidos, vas a tener que buscarte la otra.

-Vale, de todos modos yo tampoco no soporto mujeres que creen que tienen poder sobre mí.

Samuel no quería seguir intentando ligándose a alguien sino se va yendo a la casa, pero antes de eso decidió comprar helado para Carla.

-¿Te acordaste de comprarlo? – decía ella riéndose

-Sabía que tenías muchas ganas de helado.

Carla lo abraza y toma el helado.

-¿Quieres un poco? – le pregunta

-Claro.

-Oye, he llamado a ese doctor que mi papa me recomendaba, ese tipo no sé cómo se llama.

-¿Speitzer?

-Ese.

-¿Y?

-Mañana tenemos una cita con él para ver si todo está bien con el bebe, mi papa me comentaba que igual el no está trabajando por el momento, pero su sobrino sí.

-Vaya, familia de doctores – se ríe

Los dos sientan por la mesa y empiezan compartir historias de cómo han pasado el día, parecían volver a normalidad, al menos así parece.

-Me gusta mucho este sabor de chocolate – susurra ella

-Déjame probarlo a mí también antes de comerlo todo.

-Oye...

Los dos se empiezan reír, eran esos momentos que han sido muy familiar para ambos, eran mejores amigos que no tenían ni puta idea que entre los dos sigue existiendo algo.

-Dámelo – susurra Samuel molesto

Carla llena la cuchara con mucho chocolate y sigue provocándolo, hasta que por fin le deja probar un poco, llenándole la boca chocolate.

-Joder, te has pasado, ¿eh? – dice el

Siguen riéndose hasta que de un momento a otro los dos tenían boca llena de chocolate, el pone la mano sobre su cuello acercándola más, en ese momento Carla se pone tensa y intranquila.

Samuel sigue con mirada fijada entre sus labios y ojos, dentro de el seguí pequeña confusión, si seguía sintiendo gran atracción hacia ella, pero por otro lado en cuanto la mira en los ojos entiende que hay también esa conexión perfecta desde hace años atrás.