Capítulo 5. Llévate su camisa como recuerdo

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—A... ¡A-choo! —Lin Ji había estado estornudando durante una semana y desde ese día en el bar, no sabía a qué se debía eso y tampoco sentía que estuviera resfriado.

—Lin Ji, ¿acaso ofendiste a alguien? —Dijo uno de sus compañeros de dormitorio, y la burla en sus ojos era evidente: —Debiste haber hecho algunas cosas indecentes esa noche, ¡vamos cuéntanos!

—Así es, Lin Ji, ¿acaso no puedes verlo? —Dijo otro de sus compañeros de dormitorio, y continuó burlándose de Lin Ji: —Sueles ser un nerd la mayor parte del tiempo, pero cuando te arreglas eres la envidia de todos nosotros... Seguramente tú eres el que se queda con todas las chicas cuando sale, ¿no es así? La otra noche te arreglaste para ir a un bar... y bueno...

—Suficiente... —Lin Ji se levantó para cubrir la boca de la persona que hablaba y después de pensar en algo, tanto su cara como sus orejas y su cuello enrojecieron de inmediato: —No, no paso... nada de esas cosas de las que hablan.

Justo a tiempo, y sin saber muy bien qué más decirles, una llamada entró en el teléfono móvil de Lin Ji y fue la excusa perfecta para terminar con ese interrogatorio.

[—Hola.] —Lin Ji rápidamente agarró su teléfono y salió al balcón: [—Hermano.]

[—Si ya has terminado de arreglar el papeleo de la universidad, ¿quieres volver a casa lo antes posible?]

El hermano de Lin Ji, Lin Dongxu, era una persona muy fría, pero tan pronto como habló, su tono de voz volvió un poco más suave. En ese momento, Li Dongxu estaba sentado en su oficina, bebía el café que le fue preparado por su asistente y mientras hablaba con Lin Ji, las comisuras de sus labios no pudieron evitar levantarse: [—Le he pedido a alguien que limpie tu habitación, y también he reservado un puesto de trabajo para tí en la empresa... Además, si quieres trasladar tu equipaje, no dudes en llamarme.]

[—Hermano...] —Lin Ji estaba un poco pensativo, así que apoyó sus dedos en la barandilla del balcón y con cierta dificultad, dijo: [—En realidad, quiero buscar un trabajo por mi cuenta primero...]

[—...]

Tan pronto como las palabras salieron de su boca, no hubo ningún sonido al otro lado del teléfono, y después de un largo silencio, Lin Ji volvió a llamar rígidamente a su hermano: [—¿Puedo hacerlo?]

Sólo entonces, Lin Dongxu dijo: [—Está bien, no es mala idea que quieras esforzarte.]

[—¡Gracias, hermano!]

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Después de colgar el teléfono, Lin Dongxu dejó sobre la mesa la taza de café que tenía en la mano y le dijo a He Anshun, que estaba de pie a un lado: —Difunde la noticia, no dejes que Lin Ji encuentre un trabajo.

He Anshun se detuvo un momento y aunque quería decir algo, no sabía por dónde empezar. Entonces simplemente empujó las gafas sobre el puente de su nariz y, tras un momento de silencio, asintió con la cabeza y dijo: —Si, joven maestro.

He Anshun salió de la oficina y cerró la puerta detrás de él, pero a través de la rendija todavía podía ver el rostro perfilado, las cejas rectas y los ojos oscuros de Lin Dongxu. Al observarlo, la expresión en la cara de He Anshun se suavizó de inmediato y la mirada que ocultaban sus gafas, contenía un indicio de admiración indefinible y de amor incontrolable. Ese era su sexto año en la familia Lin. Después de que su propia casa se hubiera quemado en un incendio, la familia Lin lo acogió con buenas intenciones debido a que era el hijo del chófer. Por ende, durante seis años, He Anshun había estado al lado de Lin Dongxu como su asistente personal, y sabía que ya no podía ser más codicioso.

La única forma en la que podía pagarle a Lin Dongxu era cumplir con todos sus deseos, pero así también podía permanecer a su lado por más tiempo.

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Al otro lado de la línea, Lin Ji colgó el teléfono que tenía en la mano y por miedo a que alguien le preguntara algo más sobre esa noche, de inmediato se fue en la cama en silencio.

Pero de hecho, su mente no podía dejar de pensar en la impulsividad de aquella noche. Al estar junto a Jiang Che y con sólo mirar su rostro, Lin Ji realmente no pudo contenerse más. Y de algún modo, el hombre que tenía enfrente siguió cautivándolo incluso cuando empezó a estar más consciente.

En realidad, tenía miedo de que la otra persona lo odiara o algo por estilo, pero sin el impulso del alcohol, ¿cómo podría haberse atrevido a hacer algo tan osado? Pero antes de que los efectos del alcohol hubieran desaparecido por completo, Lin Ji se levantó apresuradamente y no pudo evitar huir de inmediato. No era que no quisiera asumir su responsabilidad, era que también fue su primera vez y estaba muy nervioso por todo lo sucedido.

En ese momento, Lin Ji miró la tarjeta de presentación que tenía en su mano, la cual se había traído en secreto de Jiang Che. El papel estampado en oro aún estaba en perfecto estado y después de ver el número impreso en él, decidió guardarlo en su teléfono y luego puso la tarjeta de presentación dentro del forro del mismo.

—Jiang Che... —Al pronunciar esas dos palabras una y otra vez, Lin Ji no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa. Pero al pensar en aquella noche, inevitablemente recordó la calidez y suavidad de esa persona en sus brazos, por lo que su cara risueña se puso roja de repente.

'Nunca antes había visto un hombre tan apuesto, y sus piernas eran... muy, muy sexy...'

'Nunca había visto unas piernas tan bonitas...'

'Me encantan...'

'Lo extraño... tengo muchas ganas de abrazarlo de nuevo...'

Cuanto más pensaba en aquella noche, más difícil le resultaba olvidar la sensación de placer que experimentó, y cuando se acostó de espaldas en la cama, sintió una extraña presión en la parte inferior de su cuerpo.

Lin Ji se levantó de la cama y con un poco de timidez, sacó una camisa blanca del armario para después ir al baño de inmediato.

En efecto... la camisa que Jiang Che tenía puesta esa noche, Lin Ji se la había llevado como recuerdo.

En el baño, Lin Ji enterró su cabeza en la camisa y al inhalar profundamente, pudo sentir como el aroma de Jiang Che y su propio aroma se mezclaban gradualmente. De repente, los pensamientos que vinieron a su mente fueron el rostro de Jiang Che debajo de él aquella noche, sus piernas suaves y bien tonificadas, sus delgados tobillos que podía sujetar con una sola mano y su blanca piel que era suave al tacto.

—Ahh... Jiang Che... Ahhh.... Ahh...

Media hora después, Lin Ji estaba muy avergonzado y mientras lavaba la camisa que le había quitado secretamente a Jiang Che, no pudo evitar pensar que era un pervertido. Pero si tan sólo se hubiera quedado ese día, podría haber hablado un poco más con la otra persona, y tal vez... incluso podría haberle pedido un beso de "buenos días".

'Jiang Che seguramente debe estar muy triste porque dijo que yo había tomado su primera vez...'

'Cuando lo estábamos haciendo, recuerdo que estaba llorando y seguía diciendo que le dolía...'

'Yo también quería ser gentil... Haa, pero no puedo controlar mis emociones cuando bebo...'

'Lo siento, pero definitivamente te lo compensaré la próxima vez que nos veamos...'

Con el rostro de Jiang Che en su mente, Lin Ji miró la camisa en sus manos y dijo: —Me haré responsable de tí.

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