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Capítulo 7. ¿Y si mi hermano mayor es un "pervertido"?

Jiang Che estaba de muy buen humor el día de hoy, ya que de por sí era muy difícil encontrar el tipo de hombre que le gustaba y por no hablar de que también tuviera una personalidad tan interesante. Pero aún cuando no sabía mucho de él, su rostro era simplemente fantástico.

El otro hombre trabajaba en una pequeña tienda, no parecía ser muy mayor y también era como si nunca antes hubiera visto el mundo. Entonces si Jiang Che prometiera comprarle todo lo que quisiera, realmente debería ser fácil que aceptara quedarse con él.

—Por cuando tiempo me servirá para divertirme esta vez... —Jiang Che todavía conducía de regreso y murmuró esas palabras para sí mismo, pero se había olvidado que aún estaba sentado junto a su novia y que también no le había mencionado el tema de su ruptura.

Jiang Che dejó a su novia en la entrada de su casa y no salió del auto, sino que bajó la ventanilla y le besó la frente antes de decir con rostro tranquilo: —Vamos a terminar.

—¿Qué has dicho? —La mujer se quedó de pie afuera del auto, con un aspecto un poco raro y una gran bolsa en la mano.

—Ten, hay otros 50.000 yuanes en esta tarjeta, así que considéralo como un pago de ruptura para tí... Adiós y no te contactes conmigo en el futuro, ¿de acuerdo? Cariño~ —Sin darle la oportunidad de hablar, Jiang Che sacó otra tarjeta nueva de su cartera y se la puso en la mano antes de marcharse. La mujer aún podía verse a través del espejo retrovisor y como estaba torciendo su cara con exasperación, Jiang Che repentinamente soltó una carcajada: —Jajajaja, ¿qué demonios es esa reacción?... Estoy seguro de que los jóvenes pequeños, sencillos y dulces son más divertidos~

Jiang Che sintió que valía la pena gastar 50.000 yuanes en un pago de ruptura y todavía quedarse con 5 millones de yuanes en la cartera.

De hecho, no era que los hombres y mujeres no quisiera tener sexo con él, era que la mayoría de las veces sólo buscaban una habitación y simplemente se acostaban en la cama sin hacer nada. Pero aunque a Jiang Che no le gustaba ese estilo de vida, estaba tan desanimado y decadente que tenía la sensación de estar muerto.

Por la noche, Jiang Che tomó la iniciativa de enviarle un mensaje de texto a Lin Ji y le preguntó cuánto dinero había gastado hoy en la tienda. Aunque en esa mañana su novia había escogido una gran cantidad de prendas en otras tiendas, solamente se probó y compró la ropa que había en la tienda dónde trabajaba Lin Ji. Al poco tiempo, Lin Ji respondió a su mensaje de texto y le dijo que había cotizado 3.500 yuanes en la tienda, así que Jiang Che le transfirió 4.000 yuanes.

Lin Ji le devolvió los 500 yuanes restantes, pero Jiang Che no los aceptó y le dijo que si realmente quería devolvérselos, entonces la próxima vez podría invitarlo a cenar.

Cuando pensó que ya era el momento oportuno, Jiang Che dejó de burlarse del otro hombre.

Mientras seguía acostado en la cama, Jiang Che de repente recordó a la pequeña bestia que lo había violado aquella noche y no pudo evitar tener miedo de que ese joven apuesto del que se había burlado esa mañana también fuera ese tipo de persona que cambiaba de personalidad. Al pensar en eso, Jiang Che suspiró con molestia y se dió la vuelta encima de la cama, luego se pasó la mano por el trasero y maldijo a esa pequeña bestia.

Pero se había olvidado completamente que fue él mismo quién quiso abrazarlo en primer lugar.

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Después de cenar, Lin Ji se sentó en el sofá y le envió otro mensaje de texto a Jiang Che, pero como no recibió una respuesta de su parte, se limitó a mirar su teléfono en silencio e intentó esperar un poco más.