□Capítulo 25□

254 36 9
                                    

Narra-Jack

-¡Hey, Número Cuatro! - dije corriendo hacia el chico que caminaba en dirección a la cocina.

Al escuchar mi voz, este dio una vuelta bastante exagerada para mirarme con una amplia sonrisa.

-Puedes llamarme Klaus, mamá me puso ese nombre - fue lo primero que me dijo.

Pero la verdad, esa información no me importaba en absoluto. Realmente, la única razón por la que había decidido hablarle, era por la misteriosa chica que aún seguía encerrada en su habitación.

-¿Crees que le caeré bien a esa chica? - fue lo único que se me ocurrió decir para sacar un tema de conversación.

-¿A quién? ¿A ___? - contestó, y al ver que yo asentía, prosiguió hablando - No.

Aquella respuesta me sorprendió demasiado, desde luego no me esperaba para nada esa respuesta, me quedé boquiabierto.

Al ver mi cara de sorpresa, Klaus siguió hablando.

-___ no acostumbra a ser muy sociable, no confía en la gente fácilmente y se conforma con tener a sus hermanos como amigos... Por eso todos nos sorprendimos al ver como conectaba tan fácilmente con Cinco... pero nadie dijo nada, no queremos incomodarlos - hizo una pausa para agarrar aire y seguir con su discurso. - Tú no eres Cinco, no pretendas que ___ te trate de una manera especial y diferente.

Aquellas palabras me dolieron, más de lo que me podría llegar a imaginar. Sentía que mi orgullo y mis principios habían quedado por los suelos en questión de segundos.

"¿Mi mejor amigo mejor que yo? Ni de broma".

Sin decir ni una palabra más, me dirigí hacia la habitación que mantenía la puerta cerrada, aún sintiendo la mirada de confusión de Klaus clavada en mi nuca.

Toqué la puerta sin pensármelo dos veces, y segundos después, una suave voz sonó tras esa puerta.

-No estoy de humor Klaus, te lo dije 8 veces hoy.

Inspiré profundo, sintiendo como todo mi cuerpo se armaba de valor, y sin pensármelo dos veces, abrí un poco la puerta.

-Hola... Soy Jack, o Número Nueve, tu padre acaba de adoptarme... así que supongo que soy tu nuevo hermano.

Vi como ella me miraba con ojos de cansancio, tenía grandes ojeras y sus ojos estaban rojos. Al parecer, llevaba noches sin dormir. Su pelo estaba ligeramente despeinado. Aún así, en ese mismo instante, pude entender porqué Cinco sentía cosas por ella desde hace mucho tiempo. Comprendía todo, aquella chica parecía demasiado especial y perfecta para ser real.

-Bien, ahora vete de aquí y no me molestes.

Una vez más, me quedé sorprendido por su respuesta. Por varios segundos, me quedé mirándola, sin saber qué decir o cómo reaccionar.

Durante ese momento de silencio, pude fijarme en sus ojos, los cuales estaban bastante rojos e hinchados, y tras reflexionar sobre ello, fui consciente de porqué ella había llorado.

Un tema que podía usar fácilmente en su contra sin que ella fuera consciente de mis intenciones.

-He oído que alguien se fue de aquí hace unos días... sin avisar a nadie de su inesperada fuga... - dije tratando de reprimir la sonrisa que comenzaba a formarse en mis labios.

-¿No oíste lo que dije? Vete de aquí y deja de molestarme - repitió.

Pero esta vez, su voz no sonaba tan segura de sí misma, esta temblaba un poco, transmitiendo cierto miedo.

-Yo conozco a Cinco - solté de repente.

Tras esas palabras, su expresión cambió a una de sorpresa, tal y como me imaginaba. Y en ese mismo instante pude notar, que mi plan estaba saliendo a la perfección.

-M-mientes - contestó con la voz temblorosa.

-¿Crees que miento? Somos mejores amigos desde que tengo memoria, y si no me crees, pregúntaselo cuando vuelva.... - una idea recorrió mi mente por un momento, y obviamente, no dudé en utilizarla - Aunque dudo que lo haga.

Vi como ella cada vez me miraba más sorprendida, se podía notar a kilómetros como ella se iba sintiendo cada vez más y más vulnerable.

-¿Q-qué quieres decir...?

-Conozco demasiado a Cinco, ¿en serio crees que se quedaría aquí contigo? ¿Te sentiste especial al estar con él? Como... ¿si te tratara diferente a los demás?

Sabía que Cinco se había comportado así con ella, era obvio que lo haría, muchas veces me había demostrado lo enamorado que estaba de esa chica cuando la veía a través de una pantalla.

Y como suponía, ___ bajó la mirada hacia el suelo, al parecer, indicando que se sentía identificada con mis palabras.

-Oye... - me acerqué a ella para tomarla por la mejilla, haciendo que su mirada se fijase únicamente en mis ojos.

"Fase 1; destrozarla psicológicamente... Fase 2; obligarla (sin que ella sea consciente) a que confíe en mí, aunque sea a base de mentiras y malas intenciones" repasé mi plan en mi mente.

-No te sientas mal, Cinco siempre ha sido así... con cualquier persona. Todas acaban confiando en él... no vuelvas a caer en su trampa o te hará más daño... - seguí hablando -. Tal vez no es lo mismo y sé que apenas nos conocemos, pero yo puedo ser tu nuevo apoyo, puedo ayudarte a olvidar todo lo que ese idiota te hizo.

Seguí mirandola a los ojos a pesar de que mi mano se había apartado de su mejilla hacia varios segundos. Y al terminar de hablar, pude ver como sus ojos comenzaban a cristalizarse lentamente. Cuando ella notó esto, dejó de mirarme para volver a mirar el suelo, y segundos después, para mí sorpresa, se levantó.

-Gracias... pero no confío en ti, ni pretendo hacerlo... no te conozco, así que aléjate de mí... hay muchas personas en esta academia dispuestas a conocerte, pero yo no soy una de ellas.

"Defiende demasiado sus principios... va a ser más complicado de lo que pensaba"

Sin embargo, sabía que podía lograr conquistarla.

Poco después, vi como ella salía por esa puerta sin decir ni una sola palabra más.

La verdad, no me sentía mal por lo que acababa de hacer. Había preferido pensar en lo que a mí me hacía feliz, y sí, era posible que esto dañara mucho a Cinco, pero... ¿acaso me importaba o debía importarme?

Esa gran duda, se resolvió poco después de que yo llegara a mi habitación.

Estaba sentado en la cama, aún asimilando todo lo que acababa de suceder. No me arrepentía, pretendía seguir con ese comportamiento, y más al ver que había obtenido resultado, ya que poco después, una cara conocida apareció tras mi puerta.

Cinco estaba ahí, grandes lágrimas corrían por sus mejillas, sus ojos estaban rojos y bastante hinchados, mientras que su cuerpo estaba inclinado hacia adelante, y sus hombros encogidos, demostrando tristeza e inseguridad.

La verdad, aquella escena me sorprendió, nunca había visto a Cinco tan vulnerable, y tampoco le había visto llorar de esa manera, por nada ni nadie. Él siempre se mostraba orgulloso y fuerte... pero al parecer, con aquella chica todo era diferente.

-No sé que haces aquí... pero acabas de arruinarme la vida - dijo con la voz quebrada, y sin decir ni una palabra más, salió de la habitación.

"Lo sé... y esto no acaba aquí" pensé.

_____
Holaa!

Hoy estaba viendo TikTok's y me salieron en Para Ti personas que recomendaban mis historias.

En serio me hizo mucha ilusión y me emocioné demasiado.

Muchas gracias a las personas que las recomendaron, en serio estoy muy agradecida, y espero que sigan disfrutando de lo que escribo.

Mañana vuelvo con un nuevo capítulo :D

Gracias por leer💙✨

Un cuento que nunca pasó {Cinco y tú}Where stories live. Discover now