24

1.3K 176 231
                                    

Era indescriptible la traición que sentía Messi, sentía que ese tal destino solo era una mala jugada del amor, tallo sus ojos que ardían de tanto repetir la acción, sus ojos estaban hinchados y no dejaban de lagrimear, sus emociones lo estaban comiendo vivo y dolía bastante.

Ignoró todo imploro de Ochoa por fuera del cuarto y cuando ya no escucho nada se sintió más tranquilo, se recostó en la cama y pasos sus manos a su vientre plano, se le había hecho una costumbre hablar con su futuro hijo sin esperar alguna respuesta.

-No...no puedo creer que el padre de vos nos haya mentido- Musitó bajito para que no escuchará Ochoa.

-El aroma lo fue todo para saber que hizo cuando no estuvimos- Se comenzaba a tranquilizar mientras más hablaba con su hijo, después de un rato su enojo se fue pero su indignación no por lo que no le dio el lujo a Ochoa de verlo.

Ochoa desde el otro lado estaba pendiente si Messi salía para pedirle perdón de mil maneras posibles, pero ni siquiera asomo sus narices, se sintió tan decepcionado que no tuvo más remedio que irse a su habitación, estaba seguro que de esta no pasaba y lo más seguro es que su relación no vuelva a se igual.

Limpio una pequeña lágrima que caía de su ojo, no quiso pensar más en eso ya que quería mantenerse en paz y poder hablar con Messi cuando ambos estén dispuestos, pero el universo le tenía otra jugada y era que Ochoa mientras revisaba sus redes, se percató de la inusual entrevista que había dado Saúl, la sangre le comenzaba a hervir con cada palabra que decía.

—Hijo de la chingada- Descargo con odio, ese hombre había dicho que tales rumores de que el y Saúl estaban interesados era cierto y que habían tenido un encuentro más que amistoso después de la pelea lo llamaba "el verdadero premio".

trataban de que sus impulsos no se salieran de control e hiciera cualquier estupidez, espero que esa entrevista no llegara a Messi y se generara una pelea mas grande, había pasado ya rato desde que el mencionado se había encerrado en ese cuarto y se oyó como se abrió la puerta a lo que Ochoa salió de su habitación para confrontarlo pero se vio extrañado al oír arcadas en el baño, rápidamente se dirigió al lugar para llevarse la sorpresa de que Messi estaba vomitando en el escusado.

-Ay dios mío- Se acerco a auxiliarlo aunque no pudiera hacer mas que sobar su espalda y cuestionarlo, el menor no quería de su presencia pero ni siquiera se podía separar de el escusado por las horribles arcadas que le estaba generando su cuerpo.

Al momento en que termino todo este alejo bruscamente a Ochoa -No te quiero cerca de mi- El cansancio se notaba en su voz a demás de unos hinchados ojos que no dejaban a la imaginación que fue lo que hizo en todo el rato que estuvo encerrado.

-Es que Messi...dejemos de lado todo lo de hace rato...¿Por que estabas vomitando? ¿Te cayo mal algo que comiste?- Messi frunció el sueño y se levanto como pudo del suelo.

-No dejaremos de lado nada, estoy bien y no necesito la ayuda de vos- Dijo fríamente mientras lo miraba fijamente, estaba por irse de la habitación cuando el mayor lo detuvo tomándolo de la mano.

-Yo te conozco y no estas bien...déjame ayudarte- Por un instante Messi estuvo apunto de ceder pero recordó el horrendo aroma que tenia impregnado su pareja y se separo del agarre.

-No, déjame en paz...- Se encamino a la cocina para tomar algo de agua y aliviar su dolor de cabeza, Ochoa estaba detrás de el esperando la oportunidad de poder hablar mas tranquilamente.

-Amor si me dejaras explicarte lo que sucedio...seria mejor para ambos- De inmediato Messi protesto- No, es claro que tuviste que ver con un omega y además dominante...- Ochoa se apresuro a tomarlo por la cintura y apresarlo en un abrazo.

Heterosexual [Mechoa]Where stories live. Discover now