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once | volví con mi ex 📍 Ámsterdam, Netherlands may '21
— Más? — Pregunta Lisandro mientras ejerce fuerza.
— Si amor, un toque más. —Le contesté de cuclillas viendo el mueble. El vuelve a empujar y le levanto el pulgar en señal de que estaba bien.
Me levanto de mi posición y me acerco a él para abrazarlo por la espalda. Es nuestro último día en Holanda y lo estoy ayudando a acomodar unas cosas de su departamento. Mis primeras vacaciones oficiales del club las usé para venir a ver a mi novio, quien salió campeón de la liga holandesa hace un día. Estos meses en el club fueron demasiados raros, Emiliano no me dirige la palabra pero sigue preguntando por mi a sus compañeros de equipo, que poco saben de mi vida. La próxima semana hay partido por la premier y somos locales, por lo que Lisandro va a acompañarme al partido pero por desgracia me toca trabajar.
Ambos armamos las valijas para poder salir al aeropuerto por la mañana. Después de dos tandas de sexo, nos dormimos como unos bebés chiquititos. La alarma suena a las tres y media de la mañana y yo solo quiero dormir. Con pereza me levanto y Lisandro ya se estaba bañando, no sé de donde saca las fuerzas este pibe. En menos de una hora llegamos al aeropuerto, no sé porque siento un bola de nervios en mi estómago. No es la primera vez que viajo en avión pero no me da buena sensación nuestra llegada a Birmingham.
El lunes golpea mi cuerpo de una manera increíble, ayer habíamos llegado de Holanda y el vuelo fue bastante tranquilo y en cuanto aterrizamos, fuimos directo a buscar nuestras valijas. Tomamos un taxi hasta mi departamento y dejamos todo en el living para poder irnos a dormir. Pero no dormimos un carajo, Lisandro y yo estamos en esa época del noviazgo que parecemos dos conejos. Llegamos juntos al club y él decide ir a visitar la ciudad. Hoy me toca atender a cuatro jugadores, mejor dicho tres porque el cuarto está tachado de la lista y sé que es Emiliano. El día se estaba terminando y mi puerta suena con dos golpecitos y antes de que yo conteste que puede pasar, entra Alan. Quien me informa que no puede atender a Emiliano porque tiene una urgencia familiar. Le digo que no se preocupe que lo haga pasar.
Por cortesía, Emiliano y yo nos saludamos frente a Alan. Dentro del club muy pocos jugadores sabían de nuestra relación y por suerte mantuvieron el secreto. El jefe del cuerpo médico de Aston Villa se retira cerrando la puerta. Me doy vuelta para buscar los guantes y escucho como él se acuesta en la camilla. Su suspiro retumba en todo el lugar y yo cierro mis ojos con fuerza para poder hablar.
— Contame que te pasa? Donde tenes dolor? — Pregunté acomodándome el guante en ambas manos y me acerqué a la camilla.
— Estuve con molestias en la ingle, desde hace semanas. — Habla mirándome fijamente. Su mirada es bastante fría, no tiene esos ojos dulces que alguna vez me cautivaron.
