capitulo 54

199 11 0
                                    

(1 parte de 2)

Darya

Karlem no suelta mi mano mientras nos dirigimos afuera de la mansión.

Cuando estamos en la entrada, el ruido de un auto acercándose provoca más mi atención, y el de los presentes, y más por qué viene a una gran velocidad que por un segundo pienso que va a estrellarse con la fuente que tenemos,, pero no, cuando menos lo esperamos pobre freno y da una vuelta asiendo un chillido con las llantas, el auto se estaciona casi perfectamente, diría que me impresiona, pero eh visto cosas mejores, aún que ese perfecto blanco nos refleje un poco del sol.

Karlem lleva su mano a mi cintura y yo me cruzo de brazos, levantando la barbilla, el sonido de la puerta abriéndose detrás de nosotros llama mi atención, para después ver a papá ponerse aún lado mío.

–Has reconocido el auto cierto?– pregunta Karlem sin despegar la vista del auto enfrente nuestro, miró de reojo a papá, el cual tiene una pequeña sonrisa ladeada.

–Es uno de los modelos más recientes, me preguntó quién traería esta belleza aquí.– así que el auto es de la marca Ferrari, es el primer pensamiento que llega a mi mente.

La puerta del copiloto de abre y de ahí sale un hombre de traje negro, ajustándose los botones de las mangas, puedo asegurar que debajo de ese traje se encuentra un cuerpo muy bien trabajado, ya que los músculos de los brazos parecen comprimir dentro de ese saco.

Cuando su mirada se posa en nosotros una gran sonrisa aparece en su rostro, comienza a caminar en dirección nuestra y los hombres que custodian la casa levantan las armas, pero antes de cualquier otro movimiento, llevo la mano a un lado en señal de no disparar.

–Pero que alegría verte de nuevo!.– grita exaltando a todos, el tono juguetón y sincero llama mi atención, para ser un hombre que parece que en cualquier momento te daría una paliza, es totalmente lo opuesto.

–Vas a venir a saludarme oh no pretendes separarte de la belleza que está lado tuyo?.– se detiene a unos pasos frente a nosotros y se cruza de brazos, karlem parece soltar un gruñido y quita la mano de mi cintura.

Camina en dirección a su amigo y cuando estan juntos, Karlem le estrecha la mano para después atraerlo y darle un abrazo, se dan palmadas en la espalda y parece que eso alegra mucho más a su amigo.

–Oh, vamos hombre, no me trates como si fuera un extraño.– dice y me detengo para poder detallarlo más, ojos verdes como un oscuro bosque, cabello chocolate con pequeños toques rubios, y una gran altura que está a la par de Karlem.

–Alek, no estoy para tus bromas.– Sentencia Karlem.

–Vale, comprendo, pero antes que nada, por qué no me dices que hace el gran señor Leonardo Ferrari aquí en rusia.– dice con un poco de entusiasmo en su voz.

Karlem se encoge de hombros mirando de reojo a mi padre.–Es mi suegro.–contesta simple y puedo jurar que ah alek casi de le cae la mandíbula.

–Estas de broma?, Pero si el no tienen hijos..–corta para mirarme a mí, después vuelve a mirar a mi padre y nos repasa a los dos, hasta que en su cabeza parece hacer click en su cabeza y abrir un poco más sus ojos.

–Hay cabrón, pero como?...osea si se cómo, pero.. Wau!– casi todo lo grita, además, ese acento?.

–Luego te explico los detalles, pero como veo que ya conoces a Leonardo no hace falta presentar.–se dirigen a dónde nosotros y se paren frente a mi.

–Mi prometida, Darya.– el orgullo en la voz de Karlem me hace sonreír, alek levanta su mano y yo copeo su gesto para poder estrechar la suya.

–Mucho gusto, y con todo el respeto con mi amigo a lado mío, déjeme decirle mia signora que es muy Bellissima.– Italiano eh?.

until everything burnsWhere stories live. Discover now