❝ Yeosang es un niño de siete años que diagnosticaron con Hafefobia a muy temprana edad. Yunho es un niño de nueve años que no sabe por qué tiene que jugar con otro pequeño que ni siquiera conoce y además parece tenerle miedo. ❞
ESTÁ OBRA NO ES DE...
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— Sinceramente, creo que Wooyoung estaría mejor con ustedes. Saben más del tema que yo y no sé si estaré en Seúl por mucho tiempo. . .
Mingi sonrió muy cariñoso, Wooyoung se encontraba persiguiendo mariposas en el jardín de su casa. Los cuatro chicos en la residencia, miraban al pequeño como si fuera la primera vez que veían a Yeosang, se sentía igual.
San había estado visitando a Mingi desde que había llegado. Se habían vuelto bastante cercanos.
Yeosang tomó la mano de Yunho y lo llevó al jardín.
— Wooyoung, acércate un poco. . . Mira, ¿Te gustaría quedarte con nosotros un tiempo?
— ¿Quedarme? ¿En su casita?
— Sip, en nuestra casita. Él es Yunho, es mi pareja. Podemos cuidarte si quieres, el tío Mingi deberá irse lejos por un tiempo.
— Ummh. . . ¿Me darán galletas?
Yunho se agachó a su altura y asintió.
— Todas las galletas que quieras y podemos dibujar o leerte cuentos. Lo que prefieras, para eso estamos.
El pequeño dio una respuesta afirmativa a la petición y siguió jugando mientras una mariposa se posaba en su cabello.
Mientras los otros dos estaban afuera, San tocó el hombro de Mingi. Estaba algo nervioso y en realidad no sabía que decir, así que simplemente habló mirando al suelo.
— M-me preguntaba si, tu y yo. . . Si nosotros. . . Si se podía. . .
— ¿Estás bien?— El mas alto se rió un poco por la actitud del otro, como si estuviera dando un discurso frente a millones de personas.
— ¿Quieressaliratomarcaféconmigo?
Habló tan rápido, que Mingi a penas fue capaz de entender bien lo que había dicho. Pero cuando lo comprendió, sonrió con cariño hacía el menor y dio unos pasos más cerca del bajito.
— Te tomaste el tiempo de llamarme y enviarme mensajes cada día que estuve afuera, por supuesto que quiero salir contigo.
Mingi tuvo cuidado de que Yeosang no viera lo que iba a hacer y tomó a San de las mejillas teniendo la necesidad de agacharse un poco y darle un pequeño beso.
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