(Im)Posible •pjm #1

v e i n t e

Capítulo 20: "La tempestad"

Park Jimin

Parpadeé viendo a Kim Seojin mirándonos con asombro.

—Y-yo— traté de hablar apresuradamente sin saber que realmente decir. Quería darle alguna explicación ante lo que acababa de ver pero no sabía ni por dónde comenzar.

Acabábamos de comenzar una relación de prueba y ella nos encontraba en una posición tan poco decente.

—No sabía que el taller de Artes era tan interesante—se burló ella soltando sus bolsa llena de papeles—Me obligaron a venir aquí a hacer mis dibujos y realmente pensé que todo sería aburrido...

Fruncí el ceño ante sus palabras, ¿A dónde iría ella con esto?

—Pero debo de admitir que lo que me encontré es bastante divertido—rió con gracia. Abrí la boca como un pez sin saber que decir, ella realmente se divertía con nuestra situación.

Miré a TaeHee, que miraba de manera extraña a su hermana, con un brillo peculiar en sus ojos.

Cierto.

Su hermana, ella era su hermana.

Apreté los labios sin saber que o hacer o decir.

—Jimin, ¿Puedes irte?—Me pidió TaeHee y asentí sin dudar, supongo que ellas tenían cosas de que hablar.

(...)

Kim TaeHee

Kim SeoJin eran un nombre bastante bonito, muy similar al de su hermano gemelo.

Ella definitivamente era su gemela, el parecido era increíble. Pero de alguna manera podía ver mucho de mi en ella, quizás era el pelo negro, o tal vez la sonrisa juguetona que se asimilaba a la mía. O la manera en que sus cejas se colocaban en ciertos gestos.

Era mi hermana después de todo, compartíamos sangre.

Era una Kim.

Suspiré sin saber cómo empezar, yo realmente quería hablarle y comenzar una relación. Había soltando mis rencores y decidí crecer, quería una relación con ella, tener una hermana era diferente y podía ser algo genial si tomaban la suficiente confianza y entablaba una relación ella.

—SeokJin me habló de tí—comenzó ella mientras tomaba asiento en la butaca en la cual anteriormente yo estaba sentada—Me dijo que tuviste muchos problemas por culpa de Park.

Ella palmeó la otra butaca, la que anteriormente estaba usando Jimin, me dió una mirada silenciosa pidiendo que me sentase a su lado. Lentamente lo hice.

—Creeme que cuando me dijo eso, y yo vine aquí a terminar mi tarea jamás creí que los encontraría manoseandose.

Me sonrojé violentamente.

—Yo... Le di una oportunidad—admití. Por alguna extraña razón le había contado lo que me prometí a mi misma no contarle a nadie.

Sentía una especie de confianza ilógica hacia ella, un lazo invisible que nos mantenía unidas.

Es familia...