Vacío.

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Paramos delante de la bodega. Queenie dejó de abrazarme y nos sentamos frente a frente. Nos miramos fijamente a los ojos y me sonrió, pasándose un mechón por detrás de la oreja.

- Tienes una sonrisa muy bonita -le dije.
- Gracias, Pansy -me respondió con un leve rubor en sus mejillas.
Nos quedamos un momento así hasta que me bajé y ayudé a mi amiga a hacerlo también. Cuando lo hicimos, la pelirroja comenzó a empujar el baúl.
- ¿Me esperas? Ahora vuelvo -me preguntó.
- Claro, tómate tu tiempo.

Narra Queenie.

Tras poco más de media hora terminé de colocar algunas cosas y me apresuré a salir. Cuando lo hice encontré a Pansy hablando con Draco, y no parecía muy feliz. Me quedé al lado de la pared, mirando. Mi amiga me vio y se fue acercando a mí, seguida de Malfoy. Cuando estubo a mi lado me abrazó, a lo que, obviamente, respondí y me dio un beso en la mejilla. Me sonrojé y a la vez le sonreí.

- ¿Qué tal? - me preguntó.
- Bien, ¿tú? Espero que Draco no te haya molestado, porque sinó le pego -esto último se lo susurré al oído. Ella le miró mal.
- No te preocupes, solo le recordaba que si se acerca a mi mermelada de zanahoria las pasará mal -dijo. Creo que si las miradas mataran, Draco estaría tres metros bajo tierra.

Pero tampoco le di mucha importancia a lo que pasaba. Estaba más concentrada en la mirada de él. Sus ojos grises estaban fijos en mí, como si me examinara. Me miró de arriba abajo y luego volvió la mirada hacia Pansy.

- Eso ya lo veremos -dijo y sonrió de lado. Pansy frunció el ceño.
¿Qué estaba pasando?

Me encogí de hombros y me fui.

Narra Draco.

- Ay, Draquito, déjala en paz, por favor... - me suplicó Pansy una vez más-. No la apagues... Es realmente linda, solo tienes que conocerla y cambiarás de idea, por favor, no se la puedes llevar a Él... - me siguió suplicando - Por favor... Todo es tan distinto a su lado...
- Me da igual.
- ¡Eres horrible!
- Tú no piensas así.
- ¡Sí que lo hago!
- No, esa no es la Pansy que yo conozco, eres una Slytherin, tú nunca te comportas así, ¿qué te pasa? ¿Estás enloqueciendo?
- ¡No! -se quedó callada -. O tal vez sí... Tan solo pasé unos minutos con ella, pero... Es tan... Alegre... Encuentra diversión en lo que sea... Todo se ve de colores a su lado...
- ¡No me digas, Pansy! ¿Te estás enamorando de ella? -le pregunté sorprendido.
-  ¡No! ¡¿Cómo pude decir todo eso?!-parecía haber despertado de algún trance feliz.
- ¿Estás bien? ¿Tienes fiebre? -le toqué la frente para tomarle la temperatura.
- ¡No! Es... Es raro...
- ¡Dime algo que no sepa!
- Hmm... Bueno, me voy con ella, tengo una conversación pendiente. Adiós.

Y se fue antes de que yo pudiera pararla.

Narra Pansy.

- ¿Entonces?
- No puedo decírtelo, te enterarás tú, sola -me respondió con tranquilidad.
- Bueno, ¿por lo menos me puedes decir por qué las fotocopias te hicieron esa broma? -le pregunté impaciente.
- Sí -respondió.

Esperé su explicación. Parecía pensar bien las palabras que debía usar.

- Era la broma "felicidades". Así la hemos llamado. Cuando nos hacemos la broma entre los tres significa: "feliz cumpleaños" o "feliz año nuevo" -me explicó-. A mí me molesta muchísimo, pero eso tiene que ver con lo de antes.
- Entonces... ¿Hoy es tu cumpleaños?
- Sí.
- Pero... ¿cómo es posible? ¿No era Ron tu mellizo? Pero... ¿no es muy poco tiempo entre uno y otro? Pero...
- ¡Ey! -me llamó la atención- Te estás haciendo mucho lío, déjame explicarte. Ron y yo no somos mellizos, solo es una broma mía que hago a todo el mundo, pero, sí, es como si lo fuéramos -me lo explicaba todo tan Pancha... -. Y, sí, es posible... con la adopción... -me sonrió una poco incómodo.

Yo seguía boquiabierta.

- Wow... Entonces... ¡Feliz cumpleaños, Buzz! -la abracé.
- Gracias -me susurró al oído.

Nos separamos y nos quedamos mirandonos a los ojos fijamente.

Sus ojos verdes parecían un abismo, pero no daba miedo, te invitaba a adentrarte en él, a conocer a la persona que lo llevaba dentro. Eran realmente expresivos. Aunque se le notara feliz, se podía observar  un vacío dentro de ellos, le faltaba algo, algo que alguna vez tubo, algo que le hizo daño y a lo que ahora tiene miedo.
La expresión vacía de su glóbulos oculares podían decir mucho de ella. Era tanto ese vacío que deseaba llenarlo, pero no entendía por qué. Dentro de esto parecía faltar alguién.

¿Un amor? ¿Un familiar tal vez? ¿O simplemente ese vacío estaba lleno de traumas que deseaban salir al fin a la luz? ¿Era un vacío vacío? ¿O era un vacío por falta de amor? ¿De amigos tal vez? ¿De afecto?  ¿Un vacío lleno de nostalgia y tristeza? No lo podía saber.

Y eso me hizo entristecer.

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⏰ Ultimo aggiornamento: Jan 07, 2023 ⏰

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