Magica Immunditia

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La torre de astronomía era el lugar más cómodo de Hogwarts, la hermosa vista que te ofrecía- en cualquier momento, el aire puro que podías respirar, era como volar desde la seguridad de la torre. En los tiempos de estudio o de los exámenes, cada que terminaba mi asfixiante rutina, venia al lugar y dejaba que todos mis problemas se quedaran en los escalones antes de llegar; cuando volviera a bajar podrían seguir atormentándome, pero aquí, nada de eso importaba.

—Es un buen lugar este de aquí. — dice la gran mujer que había estado siguiendo por los pasillos del castillo — Es espacioso y tiene una agradable vista... bueno, tuviste una agradable vista en su momento. — siguió sin importarle mi presencia detenida en el marco de la puerta — También me agrada el busca estrellas.

No había dejado de mirarla moverse por el lugar, su altura y su vestimenta haría imposible el intento, pero, prestar atención ha sus palabras no era lo que estaba haciendo, así que cuando dijo algo tan extraño no pude sentirme confundida — ¿Lo siento? ¿Busca estrellas? — ella voltea hacia mi cuando le pregunto, aunque tenia una sonrisa casi inocente plasmada en su rostro, su mirar era una historia diferente, como si la sonrisa perpetua no tuviera ninguna relación con las demás partes de su expresión.

—¡Eso mismo! — exclama de repente, logrando que termine dando un pequeño brinco en mi lugar, ella se acerca y me toma de mi mano sin yo poder negarme y me jala hacia lo que estaba muy segura se llamaba telescopio — El busca estrellas, como me gustaba jugar con ello todas las noches, siempre me quedaba hasta muy alta madrugada viendo como se iban formando las constelaciones de la Diosa.

De todo lo dicho por esta mujer que al parecer decía que nos encontrábamos dentro de mi mente, esto fue la más informativa que había sido, en todo el camino ni su nombre, ni sus razones de estar aquí o porque yo estaba tan consciente dentro de mi propia mente fue alguna respuesta de ella.

—La Diosa siempre decía que el busca estrella era un objeto atemporal, que el polvo de estrella lo había traído de algún lugar para que yo pudiera observar la majestuosidad del espacio y apreciar el arte mismo que la Diosa creaba con ellas. — la emoción en su voz era un alto contraste con la indiferencia de sus ojos, era tan extraño.

Ella se acerca y se acomoda para acercar su rostro hacia la lente del telescopio, estaba apunto de aclararle que aún no había anochecido, pero, el simple pensamiento de la noche causo el cambio total del entorno astral. El cielo oscurecido y despejado de cualquier nube, un enorme mar de estrellas se formo lentamente, como si cada pequeño haz de luz comenzara a despertar, el cielo ahora nocturno siendo iluminado hasta tal punto que podías confundir la noche con el día.

—¡Oh! ¡Es perfecto! Es tal como lo recuerdo, cuanto extrañe ver esta maravilla mágica. — el ensueño y la melancolía endulzaban su profunda voz femenina.

—No recuerdo haber visto algo así en toda mi vida. — digo sin pensar, tal cosa era tan irreal para mis ojos, podría decir montones de palabras para expresar lo que se presentaba a mi vista y aun así sentiría que no bastaría, mi pecho se calentó con la misma emoción que llegue a sentir con la magia, aunque diferente, esto era mas fuerte, mas vivo, como si mi núcleo estuviera siendo derretido en el corazón de un volcán, aun así, tan cálido como los arrullos de mi madre cuando no podía dormir.

—Lo hiciste en algún momento del tiempo, no en este, pero lo llegaste a ver... también tenías la misma expresión de embriaguez. — su voz me saca de mi propio ensoñamiento ¿Qué quería decir con eso? — Lo puedes sentir ¿cierto? Como la magia se puede respirar. — su pregunta me desconcierta, pero no tardo mucho en darme cuenta, tenia razón. Era como si apenas fuera consciente de este sentimiento, la magia que siempre me acompaño era como una simple pizca de muestra, para lo que estaba sintiendo en este momento — ¿Sientes ese poder recorrer cada poro de tu piel? El digno regalo de la Diosa para nosotras la brujas, eso que sientes es un legado Hermione Granger, en tu sangre recorren miles de eones de energía pura... solo las brujas pueden percatarse de ello y es por eso que puedes sentirlo.