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A pasado una semana donde todo a transcurrido normal,  Elina a practicado su magia, donde se a ejercitado y a visto mucho a su familia y a Lexi, pero por una extraña razón Elina se sentía muy observada, pero no comprendía porque se sentía de esa manera. Le restó importancia.

-mierda. ¿Ya terminamos? ¡Estoy súper cansada! -Elina se tiro al suelo cansada, ella no sabía que hacer conjuros sería tan cansado. Raquel se ríe burlona.

-bien, continuamos el martes, pero vas mejorando cada vez más. -le sonríe.

-muchas gracias. -luego se fue a la manada, para poder comer un rato. Entro a su casa y vio a Daemon.

-¿en donde carajos estabas?

-ehhh. Con Lexi.

-ya no mientas, se que no estuviste con Lexi porque la vi trabajando hoy y no estabas en la cafetería.

-mierda. -susurró. -te dire la verdad.... Estaba... con Raquel. -Daemon la miró confundido. -me está enseñando a usar magia.

-¿eres bruja? -la miró sorprendido.

-¿no te lo había dicho...?

-no.

-ahh, pensé que si, se lo había contado a mi familia...

-y a mi no me lo contaste... -susurró triste.

-perdon. -lo abrazó. -¿pero me podrías hacer algo de comer? Tengo hambre. -le sonrió inocente.

-bien. -y le comenzó ha hacer una comida.

-voy a bañarme. -subió las escaleras para entrar a la habitación, pero en su cama había un pequeño sobre, penso que se lo había dejado Daemon, pero al leer sabía que no era de él.

Querida brujita:

Te hemos observado por un largo tiempo y sabemos que te has percató de nuestra presencia. Es muy gracioso ver cómo nos buscas con la mirada, brujita, pero tranquila, no te haremos daño

¿o si?

Elina al terminar de leer esa carta sintió un poco de miedo, pero decidió bajar las escaleras.

-Daemon.

-¿qué sucede pequeña?

-¿viste esto? -ella le enseñó la carta.

-no, ¿qué pasó?

-leela. -Elina le entregó la carta y Daemon comenzó a leerla.

-voy hablar con los guardias. -salio de la mansión
y reunió a todos los guardias de la manada. -¡he recibido una carta, de amenaza hacia su luna! Quiero que vigilen cada parte de este maldito bosque y encuentren a los cabrones que la amenazaron. -gritó con enojo, los guardianes se miraron entre ellos. -¡es ahora! -todos se fueron.




Ya era la noche y Elina estaba esperando a Daemon a que durmiera con ella. Él entró a la habitación y miró a Elina acostada en la cama.

-¿te vas a bañar?

-no. Voy a estar vigilando la manada toda la noche.

-¿qué?... pero, ¿no vas a dormir con..conmigo?

-pequeña perdon, pero es por la seguridad de todos y en especial la tuya. No quiero que te suceda nada malo.

-no quiero dormir sola... por favor.

-habrán guardias detrás de la puerta, no te sucederá nada. -Daemon se acercó a ella para darle un corto beso. -buenas noches. -salio del cuarto dejando a Elina sola, o bueno, no está tan sola...

Se levantó de la cama para ir al baño a lavarse la boca. Después de lavársela iba a ir a la cama nuevamente, hasta que vio a un hombre con cabello platinado al frente de ella, iba a gritar pero él se acercó rápidamente a ella y le tapó la boca con su mano.

-no te recomiendo que hagas eso. -dijo con una grave voz.

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Ya se acerca el final 👀

Nuestra Luna Where stories live. Discover now