Capítulo 10: Miradas indescifrables

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─ ¿Sakamaki? ─Natsuki abrió mucho los ojos, dejando que la sorpresa que sentía se reflejase en su rostro─. Sabía que era la hija de 'ese', pero... ¿no eres adoptada como ellos? ─señaló a los cuatro Mukami.

─No, soy la única hija de Karl Heinz...su única hija biológica─explicó Yuuka, aparentemente incómoda─. Mi madre fue su última esposa, y murió hace varios años.

Natsuki miró a la joven como si la viese por primera vez.

─ ¿Me estás diciendo que sales con tu hermano? ─espetó finalmente, señalando a Subaru con un dedo acusatorio. Una expresión que se podía interpretar como culpabilidad se dibujó en el rostro de Yuuka.

─Oh...bueno, sí─se aclaró la garganta, ignorando el leve tono rosado que habían adquirido sus mejillas─-. ¿Hay algún problema con eso?

─Pues claro que no, me parece perfecto que salgas con tu hermano, ¡por mí no hay problema! ─ironizó Natsuki con voz fría. Yuuka arqueó una ceja.

─Lo que yo haga o deje de hacer no te afecta a ti. No conoces mi vida ni sus circunstancias, así que no hables sin saber─siseó la muchacha, emanando un aura peligrosa que Natsuki percibió, pero imprudente y orgullosamente ignoró.

La tensión era palpable en el ambiente. Dos chicas con carácter tan fuerte era inevitable que chocasen cuando sus ideales eran tan distintos. Yuuka sabía que debía ser más cuidadosa con Natsuki, pues acababa de llegar y era natural que estuviese confundida y con los nervios a flor de piel, pero no le gustaba que se entrometiesen en su relación con Subaru. Además de ello, sentía el quemazón de una mirada en su espalda, y eso la irritaba a la par que le dolía más que ninguna otra cosa.

Porque sabía que esos ojos que la observaban con tanta intensidad eran los de Kou, pidiendo, o más bien exigiendo, unas explicaciones y una historia que tarde o temprano tendría que contarle. Asimismo, él tendría que contarle la suya.

Y Yuuka no quería reconocer que tenía miedo de lo que podía decirle.

─ ¡Bueno! ─Yui restalló una palmada sonriendo forzadamente, y se acercó a Natsuki─. Será mejor que te enseñe un poco cómo va todo...que va a pasar...probablemente, vaya. En fin, que será mejor que...pues eso─tosió─. Vámonos.

Y las dos muchachas desaparecieron tras la puerta, apresuradamente por gusto de Yui, que era capaz de leer en Yuuka su confusión y sus nervios, y sabía que estos no tardarían en hacerse constancia de la peor forma posible.

─Dado que esas dos se han ido─Reiji se adelantó unos pasos, subiéndose sus gafas metálicas con expresión severa─. ¿Cómo lo has sabido? ─preguntó dirigiéndose a Hanae, que continuaba apoyada en la pared tarareando una canción con voz ineludible y soñadora.

La joven le observó atentamente con sus grandes ojos grises.

─ ¿Saber el qué?

─Ya sabes─fue Yuuka la que habló esta vez, con tono impaciente─. Lo de que somos vampiros. Hanae, ¿cómo lo supiste? ¿'Él' te dijo algo, o...? ─antes de siquiera acabar la frase, la menor de los Sakamaki ya sabía de la inutilidad que era el seguir hablando. Hanae había dejado de observarla con su candidez habitual para centrar toda su atención en sus uñas, pequeñas y pintadas de rojo y azul, alternativamente.

"Jo, que rara es esta chica". Yuuka suspiró mentalmente, sin saber si reír o llorar. Se decidió por un punto intermedio, soltando una risa nerviosa mientras veía como Hanae también se iba -a saber dónde- dando pequeños saltitos. Y finalmente, se decidió por desaparecer ella también, después de asegurarse de que ninguno de los hermanos se pelearía, objetando que necesitaba descansar y darse una buena ducha.

Bloody Nightmares [Diabolik Lovers #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora