Veneno en la sangre

Capítulo 69

- ¿Entonces me dice que el resultado estará en una hora? - Preguntó Bárbara ansiosa mirando a la doctora.

Esta asintió.

- Sí, y podrás irte tranquila a tu casa, no olvides tomar el medicamento que te mandé para disminuir las náuseas y el mareo. Es importante que lo hagas... - Explicó.

Bárbara asintió igualmente, aunque en el fondo no quería irse de allí, se sentía segura. Al fin decidió realizarse una prueba de embarazo de una vez por todas, y para que no hubiese ninguna duda se hizo la prueba de sangre. No sabía si era capaz de mirar el resultado, estaba muy nerviosa, ansiosa también, tenía un cúmulo de emociones en ese momento que no sabía como manejar.

- ¿Te pasa algo? - Preguntó la doctora. - Digo, además de los síntomas que tenías hace un rato..

- No.. Es que...

- Mira, puede hablarme con confianza, no pasa nada. ¿Te sientes mal?

Ella negó.

- Es preocupación.. De lo que pueda salir en los resultados, no estoy preparada. - Confesó.

- ¿Tienes dudas con respecto a tu embarazo? Si llegase a dar un resultado positivo claro.. - La médica la observó bien, y sí, se veía muy preocupada, tirando más a la angustia que a la emoción. Aquello lo había visto en muchas mujeres, pero en este caso algo le parecía distinto.

- Es que no.. no se que haría si él resultado fuera positivo. Yo creo que puede ser otra cosa, tal vez el estrés, los nervios... No.. puedo estar embarazada. - Negó rotundamente la pelinegra. Y la doctora captó su desespero.

- Bueno, no sé.. Desconozco los motivos que te hacen sentirte así. ¿No te sientes preparada para ser madre?

- Ya lo soy, tengo una hija de 20 años.. - Contesto Bárbara aprendiendo a la médica. - Y.. no fue fácil..

- Pero.. - La médica se puso de pie anonadada.  - Fuiste madre muy joven, no me lo hubiese imaginado.

- Era muy niña.. - Susurró Bárbara sin levantar la mirada. - Y bueno, creo que aún hay cosas que no he sanado.. Y además estoy en una situación complicada en la que un embarazo no me convendría para nada.

- No quieres tenerlo. - Preguntó la doctora sonando como una afirmación.

- No sé.. Así como tampoco se si estoy embarazada. - Dijo con fuerza, y también se levantó de la silla. - Bueno yo.. me tengo que ir, gracias por todo.

La pelinegra salió casi huyendo del consultorio.

- ¡Bárbara espera!, no.. - Exclamó la médica pero ya su paciente se había marchado.

Mientras tanto, ella salía del consultorio sin saber que hacer, no quería que Artemio la encontrara y seguramente ya estaba rastreándola, pero debía esperar los resultados de la prueba. Se sentó en la sala de espera y miró su reloj, eran las 11:00 pm, seguro Franco ya había llegado a la casa.

- ¿Qué hago? Dios.. - Se llevó las manos a la cabeza ansiosa.

En ese momento timbró el teléfono en su bolsa, y dio un respingo con sólo escucharlo. ¿A donde estaba la Bárbara fuerte? La extrañaba tanto, ahora cuando parecía temerle a todo.

No sabía si contestar o dejar que sugiera sonando, pero esta vez decidió mirar a ver quien era. Aunque estuviera segura de que fuera Artemio, tenía una mínima esperanza de que fuese Franco.

Miró a la pantalla, y en efecto era él. Por un momento se llenó de tranquilidad y suspiró, para luego hablar.

- ¿Bueno?