♡ capítulo doce ♡

229 32 0
                                    

Yeonjun amaba a Beomgyu

اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.

Yeonjun amaba a Beomgyu.

No poseía una cantidad exacta porque los números no bastaban para saciar todo ese amor que jamás podría pesarse o medirse. Así como no le cabía duda que la palabra amor no era buen domador para soportar sus emociones ya que cuatro letras jamás serían suficiente.

Lo supo porque la primera vez que lo vió quiso ser una pieza del rompecabezas de Beomgyu. Aún recordaba sus ojos marrones, la envidia que tuvo a cada imagen que impregnaba en ellos; se llamó patético por ello. Sin embargo ahora, aquellos dos orbes oscuros se estaban haciendo parte de su esencia de felicidad, en especial los momentos que sonreía, los suaves belfos levantados en media luna para luego revelar sus encías y dientes.

Beomgyu para otros era un infantil y retozon mocoso, pero para Yeonjun se trataba de un fuerte torbellino de dulzura en el desierto que había estado sobreviviendo. Que chillaba ni bien le daba atención a otra cosa que no era él, que se emocionaba como si hubiera ganado la lotería por ir a comprarle helado de fresa. Alguien que se enojaba de una forma muy tierna hasta el punto de creer que en ese pequeño ser ni había ni la más mínima pizca de maldad pura.

Ese era su Beommie.

Aquel omega que se hechó a llorar la vez que le dio en la cabeza con la pelota en uno de sus entrenamientos. Y luego de minutos le prometió jamás hacerlo sentir adolorido si dejaba de quejarse con la enfermera de él y a sobre nombrarlo de abusador sacude cerebros. El dramatismo que dejó en esas paredes fue sensacional a su parecer.

No llores —le dijo esa vez que lo escuchaba hipear, sus rodillas en el pecho y cabeza hundida entre ellas—, no fue mi intención dar con la pelota, además ¡para qué te cruzas! Esa era una zona para alfas, no para omegas.

Yeonjun sabía que optar una actitud despótica, creída e insolente intimidaba como atraía gente. Pero ahora lo usaba porque había algo en el omega que lo derretía y ponerse a la defensa dejando en claro su puesto en la jerarquía social fue su primera elección. Creía que al menos dejaría de llorar y por fin cedería a solo dejarse curar por la enfermera, beta, que ahora mismo estaba brindándole una mirada de desaprobación por sus palabras.

Beomgyu sorbio su nariz.

Eres un alfa muy tonto al decir eso —inquirió Beomgyu con reproche en su voz, limpiándose el ojo izquierdo con su manga—. A mí me caen mal los alfas tontos.

Si bien, se dió cuenta que el omega era muy malo para insultar, y que en otras ocasiones eso se le haría muy patético para alguien de su edad, sin embargo ¿por qué ahora su lobo retorcía entre un tejido meloso? Su estómago aleteó de la nada, hasta un punto de querer reír por las cosquillas.

Mi mamá dice que los alfas como los omegas deben ser tratados por igual —agregó después, frunciendo el ceño—. Y que tú me digas que no puedo pasar por una cancha de fútbol solo porque allí van los alfas, se me hace muy tonto.

Soft sex || Yeongyuحيث تعيش القصص. اكتشف الآن