Capítulo 08 | Sentirse solo

6.1K 799 310
                                    


AO'NUNG

Había na'vis por doquier de un lado para el otro. La noche había caído y la ceremonia había dado comienzo. Sin embargo, él yacía en su Marui aún preparándose para la larga noche que le esperaba. Se estaba mentalizando para enfrentar la mirada de todos tan pronto saliera. Preparándose para colocar su cara de siempre, una que demostrara que él era el siguiente a guiarlos como líder y que se merecía el puesto.

Y estaba más nervioso que horas atrás cuando pensaba que iba a morir.

Aunque pareciera ilógico o estúpido, le era más aterrador no cumplir con las expectativas de sus padres. Las cuales desglosaban en que debía ser un líder digno, sabio y con mucha seguridad además de confianza en quien sería su próxima compañera ante el clan y quien eventualmente le ayudaría a guiar a los Metkayina además de Eywa.

Siempre que se ponía a pensar en ello se sentía mal. Esto no era porque odiará del todo ser el heredero del título de Olo'eyktan, sino más bien porque su vida ya estaba prescrita y eso le hacía sentir un tanto vacío e incluso perdido.

—¿Necesitas ayuda con eso, hermano?

Ao'nung le miró sin mucho ánimo. Tenía sus prendas en la mano y no sabía si llevarlas en aquella ocasión era lo ideal. Incluso se había cuestionado el cómo arreglarse el cabello, pero nada había dado resultado, se encontraba en el suelo aún sin hacerse absolutamente nada. Tenía muchos a los que impresionar, pero a la vez no tenía a nadie en especial por el que quisiera hacerlo o simplemente quien le hiciera pensar que valía la pena.

—Es increíble que andes tirado en el suelo y no te hayas preparado. Ven acá—le llamó, pero ella fue la que se le acercó— Ni creas que irás así.

Y comenzó a soltar todas y cada una de las trenzas que adornaban su cabello mientras que él solo se dejaba hacer sintiéndose desolado aún cuando estaba en un lugar que debería ser seguro, junto a alguien que debería traerle un apoyo más allá de lo verbal. Era su hermana, menor que él por apenas uno o dos años, quien junto a su mejor amigo le había traído seguridad durante los insufribles años en los que sólo se le exigían cosas. Porque con él todo había sido exigido, nada había provenido de un lugar tranquilo y acogedor en el que podía negarse a hacerlo o atrasarlo.

—Sé que no te llevas tan bien con los Omatikayas, pero al menos demuéstrales que a pesar de las diferencias son parte de nosotros... ¿es mucho pedir?—seguía laborando con el cabello de su hermano con una calma y delicadeza que podría hacer al otro caer dormido.

Ao'nung bufó como si las palabras no pudieran parecerle lo más graciosas y con ambas manos se restregó el rostro tal como si se limpiase el área.

Estaba frustrado con todo.

—... ya no puedo.

—¿A qué te refieres?—se detuvo atónita por lo cansado que se escuchaba el otro. Su pecho se había oprimido al escuchar a su hermano tan... débil.

—A todo. No puedo ser lo que nuestros padres quieren, deberías ser tu quién herede el título—a medida que hablaba su voz decaía con rapidez y Tsireya no pudo con esto.

Tomó a su hermano de la cara con ambas manos e hizo que él le mirara directamente a los ojos. Ella parecía muy afectada por lo que estaba escuchando y más porque venía de su hermano.

—¿Pasó algo?—inquirió con una voz suave, tanteando los movimientos y reacciones del otro como si fuera un mismísimo felino.

Ella sabía muy bien que cuando su hermano se ponía muy pensativo eso implicaba que algo le había afectado muchísimo. De manera que supo con rapidez que debía hacer que él lo sacara de su sistema antes de que cayera en un punto sin retorno.

Poco Tolerable [AonuNete]Where stories live. Discover now