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Julieta se encontraba en su casa, viendo la televisión mientras vestía a su hijo, quién iría a pasar la tarde con su padre.

Desde que su matrimonio con Leandro terminó, la chica se había encargado de llevárselo para que el futbolista pudiera ver a su hijo.

Habían sido bastantes maduros con respecto a ese tema. Sabían que Francisco no tenía la culpa de lo que haya pasado en su relación, y que necesitaba a sus dos padres, aunque no estén juntos.

Intentaban llevarse bien, aunque la mayor parte del tiempo, no podían mantener una conversación de más de diez palabras sin que se volviera incómoda.

Julieta no lo perdonaba, claro que no. ¿Cómo perdonar que tu esposo, aquel que había sido tu mejor amigo desde que tenían uso de razón, se haya acostado con otra mujer, aquella a la que creía su amiga?

Al enterarse de aquella infidelidad, gracias a su mejor amigo, Rodrigo De Paul, la castaña terminó toda relación con el futbolista, solamente teniendo contacto cuando se trataba de Francisco.

Julieta lo había esperado esa tarde, habían hablado, ella le había mostrado las pruebas que tenía y se había encargado de decirle que podría ver a su hijo cuando quisiera, y que por favor firmara los papeles del divorcio.

Leandro, claramente no se lo había tomado bien, se había rehusado a firmar aquellos papeles, negándose a la idea de separarse de la que él consideraba, la mujer de su vida. Por ese mismo motivo, Julieta y él seguían casados formalmente, pero la castaña se había encargado de decirle que su relación estaba más que terminada.

El futbolista había intentado de todo para reconquistarla, quiso hablar sobre esa “infidelidad”, pero la castaña no le creyó, alegando que tenía suficiente con las pruebas que le había mostrado.

Ahora se acercaba el mundial, y el cumpleaños número cinco de su hijo, así que Leandro tenía muy en claro lo que haría, ganaría la copa del mundo y recuperaría a su familia.

Aprovecharía esos meses en los que tendrían que convivir un poco más que solamente los fines de semana como era costumbre, enamoraría nuevamente a Julieta y volvería a ganarse su confianza, aunque sea lo último que haga.

El timbre de la puerta principal sonó. La castaña tomó en brazos a su hijo y se acercó a la puerta, abriéndola. Allí estaba el castaño, mirándola con una gran sonrisa y un brillo especial en los ojos.

━━━Todavía me falta terminar el bolso━━━informó Julieta━━━. Pasa.

━━━Hola para vos también, cariño━━━habló sarcástico el futbolista, haciendo que la chica rodara los ojos━━━. Hola amor de papá, ¿cómo está el bebé más hermoso de todos?

Francisco soltó una pequeña risa divertida al escuchar a su padre, quién tenía la costumbre de hablarle como si aún fuera un bebé chiquito.

━━━Hola, papá━━━saludó el niño, dándole un abrazo.

𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑━━━ᴸᵉᵃᶰᵈʳᵒ ᴾᵃʳᵉᵈᵉˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora