V. Noche

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Emily miraba con intriga el peculiar buen humor que Felix había mostrado ya hace varios días. Estaba muy receptivo a probar cosas nuevas, como libros que nunca había tocado, o ver programas de televisión y no había tenido un solo momento de verborrea o de ansiedad. También había notado que se ponía nervioso cada vez que Hyunjin cruzaba el pasillo o simplemente los saludaba; sus manos se encogían y bajaba la cabeza con un sonrojo violento y esperaba unos segundos en responder.

Más allá de la emoción habitual que Felix mostraba con el nórdico desde que llegó a la mansión, Emily tenía un sexto sentido activado y obviamente no podía quedarse quieta de averiguar qué pasaba por la mente de su amigo, por lo que, en uno de los almuerzos, aprovechó para acompañar a Felix a su práctica de piano, sentándose a su lado en el banco.

—Felix, ¿estás feliz por ver a Hyunjin? —preguntó espontáneamente.

— ¿Eh...? Sí, es que... Cuando lo veo, me acuerdo de algo muy bonito que me preguntó

—Oh, ¿qué es? Cuéntame

El ojiverde hizo una mueca de negación, pero con diversión, como un niño que oculta un secreto. Comenzó a tocar el piano con una melodía suave, dejando que la música invadiera sus dedos y oídos.

—Me dijo que fuéramos novios y le dije que sí. Hyunjin es mi novio ahora.

—Oh

Ese "oh" fue de sorpresa contenida, pero a la vez Emily lo había previsto desde que Hyunjin apareció en Londres. Desde que tenía uso de memoria, Felix siempre había hablado de Hyunjin como si fuera un símbolo de adoración. Desde la más tierna infancia el azabache ya mostraba signos de lo que después ella llamaría enamoramiento; por supuesto, debido al síndrome de Savant, no era común que supiera expresar emociones abiertamente. Sin embargo, ella siempre trataba de interpretar su pensamiento, aunque era un poco complicado seguir el hilo de la conversación. Pero con el tiempo, ella se hizo experta en detectar esos pequeños gatillos que le hacían entender que Felix tenía afecto por una persona.

Ahora lo comprobaba: su mejor amigo estaba enamorado de su antiguo amor de la infancia. Sin embargo, la felicidad de Felix era algo que le importaba y debía averiguar si Hyunjin era lo suficientemente digno para poder proclamarse como su novio.

Aunque el rubio había demostrado ser una excelente persona como tutor y compañero de negocios, aún existía la interrogante ¿Será el mejor novio para Felix? Porque odiaría que le rompieran el corazón al azabache. Ya había tenido un choque de emociones intensa cuando sus padres fallecieron. Emily sabía que una tristeza más en su vida, consumiría a Felix.

Por otro lado, existía el conflicto financiero entre los consanguíneos de Felix y si Hyunjin no tenía cuidado, muy probablemente su enamoramiento se malinterpretaría y sería una excusa perfecta para impedirle tener éxito en su período de prueba como tutor. Esperaba que el rubio estuviera consciente de su postura.

Acunó una de las manos de Felix y le sonrió.

—Es una noticia muy buena —expresó solidaria.

Felix continuó tocando el piano con calma mientras Emily se excusaba para ir al jardín, aunque en realidad su objetivo era hablar con Hyunjin por precaución.

Tocó un par de veces a la puerta del estudio.

—Adelante —respondió el nórdico, quien se encontraba solo. —Oh, Emily, bienvenida. Por favor, toma asiento

La chica fue al sillón frente al escritorio, doblando sus piernas.

—No ha venido Chris

—Tuvo que atender otros asuntos con clientes. Ya sabes, no podemos monopolizar sus servicios

Suficientemente Normal ʰʸᵘⁿˡⁱˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora