Capítulo 6 - La mentira que nos creemos y la verdad que ignoramos.

29 5 3
                                    

Punto de Vista de Desmond Leywa.

"¿Qué mierda está pasando?". Saliendo la tierra empezó a moverse, los gritos de personas que estaban entrando en ataques de pánico era lo único que escuchaba. Toda mi vida me había dicho que era imposible que sucediera un terremoto ni nada parecido en Deep Wood y eso lo hacía más impactante.

El suelo dejó de moverse y pude ponerme de pie, había personas que se encontraban muy alteradas. Conforme me alejaba mi desconcierto aumentaba, lo que había sentido hace unos momentos imaginaba había causado muchos desastres materiales a lo largo del pueblo, pero no había nada visible.

Tenía que llegar lo más pronto posible a casa con mis padres, sabía que ellos estarían bien y más al notar que no había destrucción. Mi padre es Kellan, ha trabajado toda su vida como leñador y mientras le suministraba madera a la gente fue haciéndose conocido por muchas personas, Cuando apenas tenían 20 años se casó con mi madre Ceria a quien conoció mientras; mi abuelo, era maestro de un joven leñador.

Una de las cosas más tristes que tenido que vivir en mi vida fue crecer junto con la enfermedad que padece mi madre, desde que nació fue diagnosticada con una enfermedad degenerativa, pero no fue hasta los treinta años cuando empezaron a aparecer signos significativos.

Cuando yo tenía cinco años se hizo recurrente ver a mi madre hacer numerosas visitas al médico, Ceria es una mujer fuerte y junto a mi padre, quien la ha estado acompañando en todo momento, siempre afronta su desgastante lucha con la mejor actitud...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cuando yo tenía cinco años se hizo recurrente ver a mi madre hacer numerosas visitas al médico, Ceria es una mujer fuerte y junto a mi padre, quien la ha estado acompañando en todo momento, siempre afronta su desgastante lucha con la mejor actitud posible, sin embargo, finalmente cuando a mis quince años, mi madre perdió la capacidad de caminar y quedó unida a una silla de ruedas.

En mi casa pude al fin saber que mis padres estaban bien, mi madre desde su cama me pidió que me acercara, ambos nos fundimos en un abrazo al que unos momentos más tarde se añadiría mi padre envolviéndonos a los dos entre sus brazos, sin decir una sola palabra estábamos expresando lo bien que se sentía estar juntos.

La situación se había calmado, en el salón principal mi padre y yo revisamos la casa y estaba intacta, por primera vez en la última hora podíamos descansar, mi padre tomó el control remoto para encender la televisión, pero antes de poder siquiera encenderla nuestra falsa paz de derrumbó.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
The End of Time: Yesterday MemoriesWhere stories live. Discover now