Al límite

• Capitulo 16: "Inseguridades"

SIDNEY SMITH:

Ya había pasado una semana desde lo transcurrido. Pablo estaba más tranquilo, usualmente se lamentaba por los errores del mundial, pero nada grave. Dentro de poco debía prepararse para jugar en el Barça, estaba ansioso y procuraba enorgullecer a su equipo.

Ahora estábamos tirados en el sofá, mientras ponía un brazo alrededor de mi cuello y mi cabeza apoyada en su pecho. Boris dormía en el suelo, roncando como un bebé.

— ¿Una de terror?

Negué con la cabeza.

— Ni de coña — Tomé el mando —. Veamos Barbie.

Pablo me quitó el mando de nuevo, suspirando.

— Veamos Chucky, la serie.

Mi cuerpo se tensó por completo mientras Pablo se echaba a reír. Odiaba esa película, no podría con una serie. Mi miedo sería grande.

— Vamos, no da miedo.

Si, claro.

— No. Me rehuso. Veamos Barbie o alguna película de comedia.

Puso los ojos en blanco, divertido y se aferró a mi cuerpo. Cerré los ojos, dejando que la paz llegue. Me sentía cómoda a su lado.

— Bien, veamos una de comedia.

Sonreí, mientras abrazaba su estómago con mi mano libre. Pablo guió su mano a mi cintura y sentí como se tensaba un poco.

La película comenzó y terminó rápido. Terminé dormida en sus brazos, estaba cansada y necesitaba dormir. Hace mucho que no lo hacía. Dormir en los brazos de Pablo significaba tranquilidad pura, sentía una paz inmensa cuando sus manos recorrían mi cuerpo. Hace tiempo que no podía dormir bien. Dentro de algunos meses — como mucho, dos — tendría que volver a Los Ángeles. Tuve que hablar con mi jefe al respecto, ya que debía volver en diciembre. Comencé a preguntarme si podría trabajar aquí. Al ser una modelo reconocida, no sería tan difícil conseguir un buen trabajo.

Pero eso significaba renunciar a mis amigos, incluso a la agencia de la que tanto me costó entrar.

Era una decisión difícil. Pero tenía tiempo de pensarla. Quería pasar el mayor tiempo posible junto con mis familiares, amigos y novio.

El periodo de duelo no era fácil. La mayoría de las noches lloraba sin cesar. Me sentía vacía. Pablo siempre me rodeaba con sus brazos, me hacia sentir cálida y me decía palabras reconfortantes. Siempre permanecía a mi lado, como alguna vez lo prometió.

Papá era un hombre luchador. Durante meses estuvo a mi lado cuando mamá falleció. Pude ir un solo día a España, debido a mis problemas con el trabajo. Él decidió ir conmigo, para no sentirse más solo de lo que estaba. Mis tíos y tías siempre estarían con él, pero él solo necesitaba el amor de su hija.

Y ahora yo necesitaba el amor de mi padre.

Que me diga que todo va a estar bien, que podré pasar este tiempo. Quería sentirme bien por mi padre, para que vea que realmente no me dolía. Pero soy un ser humano. Sufro, hago daño, soy destructivo. De esa forma fui creada. Y aunque quiera mentirme a mi misma diciendo que soy fuerte, no podré. Porque voy a decaer una y otra vez.

<<No soy fuerte>>

12/4/22— Los Ángeles, California.

Sidney lloraba en un rincón, sintiéndose tan vulnerable. Los brazos de su padre rodeaban su cintura con fuerza, aferrandose a ella.