Behind the mirror [Twisted Wonderland/Harry Potter]

Capítulo Uno

Capítulo Uno: ¿Qué es este lugar?
Twisted wonderland
21:48 pm

[T/N] frunce el ceño ante la repentina luz que se posa sobre sus ojos, ¿Por qué está recostada sobre algo tan duro? Sus ojos son abiertos de golpe al recordar los últimos hechos de la noche, ¿Sigue tirada en el suelo?

—¡Ahh! —algo grita de miedo al verla incorporarse. [T/N] observa el panorama, ¿Está rodeada de ataudes? Espera, ¿Acaba de salir de un ataúd?—. ¡Tú! ¿¡Por qué estás despierta!? ¡Espera! —su dorada mirada se posa sobre ¿Un gato que habla? No olviden el inusual fuego azul que sale de sus orejas—. ¡Eres una chica!

—Merlín, ¿Qué demonios? —murmura consternada—. ¿¡Y cómo es que tú puedes hablar!? —se exalta, escapando como puede del interior de un ataúd, en el proceso casi se cae a causa de, ¿Lleva puesta una túnica? Okey, oficialmente todo se está volviendo cada vez más raro.

—Yo también hablo [T/N], ¿Lo olvidaste?

Un gemido de alivio puro escapa de sus labios rosas cuando ve al bowtruckle salir de entre la extraña túnica negra. Al mismo tiempo en que se percata de la presencia de Blatt recae en el peso ligero de su varita en algún bolsillo interno de la túnica.

—Amigo mío, es un alivio tenerte, ¿Tú sabes dónde estamos? —pregunta más calmada, tomando el tiempo de analizar su entorno.

Como vio al despertar está en el centro de una habitación oscura iluminada por velas, pero lo macabro es que alrededor hay como 40 ataúdes flotando. Quizás lo más curioso es el gigantesco espejo ovalado con detalles dorados en un rincón.

En realidad, está rodeada por cosas salidas de una novela de terror, ¿Será que la llevaron a una secta?

—No tengo ni idea —responde, subiéndose al hombro de su compañera para ver mejor.

En su analisis se encuentra con los ojos azules del felino parlante de orejas llameantes.

—¡No me ignores! —chilla el animal, saliendo de su propio estado de shock—. ¡Tú mujer! —grita, corriendo al encuentro de la bruja—. ¡Dame ese uniforme!

—¿Esto es un uniforme? —se pregunta, mirando más de cerca la túnica. Su característica principal es el color negro del exterior y el morado oscuro del interior, pero también tiene finos detalles dorados. Además, recién cae en cuenta de que tiene una capucha igual de amplia que la túnica—. No, no, eso no importa —resta importancia, atrayendo su atención al verdadero problema—. Bueno, amigo gato..

—¡No soy un gato! —brama enfurecido el felino, [T/N] quiere discutir por sus palabras, pero para sacar respuestas es mejor mantener un ambiente amigable—. ¡Soy Grimm, el mago más poderoso! ...o bueno, futuro gran mago.

La bruja de ojos dorados comparte una mirada de soslayo con Blatt, compitiendo entre ambos para ver quién está más confundido.

—Emm.. Bueno Grimm —carraspea, para quitarse todo ese estado de confusión—. ¿Sabes de casualidad donde me encuentro?

La inocente pregunta parece espantar aún más al felino, porque se engrifa igual que un gato.

—¿¡Cómo no sabes en dónde te encuentras!? —[T/N] mantiene su mirada confundida—. ¡Personas como tú no deberían ser admitidas en este colegio! —se enoja, haciendo muecas—. Deberían de echarte y hacerme cupo a mi.

—¿Un colegio? ¿¡Pero que demonios hago yo en un colegio?! —chilla, a segundos de agarrarse pedazos de cabello y tirarlos, solo para asegurarse de seguir despierta.

Si la situación no fuera tan elaborada pensaría que los gemelos le jugaron una broma para celebrar el fin de la guerra, pero esto es demasiado, incluso para ellos. Sin mencionar que la guerra terminó hace meses.