06💉

36 5 0
                                    

Yang Jeongin

Acababa de conversar con mis amigos después de... ¿Tres meses? No sé, pero me alegraba saber que a pesar de todo lo que había pasado siguiéramos siendo tan unidos como siempre, aunque ahora Jisung era más firme, pero no debería sorprenderme después de todo lo que hemos pasado, ha sido el infierno en la Tierra. Literal. Llegué a la antigua habitación de mi ¿Amo? Y divisé a dos de las sirvientas terminando de preparar sus maletas. Las conocía perfectamente: eran Ji Soo Ahn y Lee Ye Rin, dos de las sirvientas más atractivas del lugar, y ambas estaban perdidamente enamoradas de Seo Changbin, o sea, mi "amo". Parecía que no se percataron de mi presencia porque empezaron a tratar un tema que creo que es un poco privado.

- Karin, ¿Has conseguido ya follarte a Hyunjin? Es que Changbin es imposible.

- Que va, ¿tú has podido con Christopher? Es que estos chicos son imposibles.

- He conseguido que Christopher ceda, me ha follado súper duro, no te imaginas lo feliz que estoy.

- ¿De verdad? Buah, pues vaya suerte, porque con esto de que se largan a otro lugar por ser de un rango todavía más alto...

Vale, estaba flipando. ¿Acabo de enterarme de que a las sirvientas les gusta hacer cosas obscenas con sus superiores? Quiero decir, están todos muy buenos y seguro que... Vale, tengo que parar. Llamé a la puerta como haciéndome el tonto para que notaran mi presencia y, una vez se giraron, entré a la habitación.

- ¿Ya están listas las maletas del señor Seo?

- Si, ¿Tú te encargas de llevarlas? - me interrogó Lee Ye Rin con cara de pocos amigos. No hablaba apenas con las sirvientas, pero Felix solía decirme que tenía muy mala fama entre ellas, ¿Qué motivo tendrían si no me conocían?

- Eh... Si, el señor Seo me ha mandado a recogerlas.

- ¿Y por qué has dudado tanto Jeongin? - me interrogó ahora Ji Soo Ahn. Maldita sea, ¿Qué les pasaba?

- No tengo que daros explicaciones, simplemente seguir las normas del señor Seo y darme las maletas, no tiene por qué esperar a que hagáis un numerito porque no me queréis dar las maletas - Les respondí. Ahí lo bordé, se quedarían flipando.

Cuando Lee Ye Rin me iba a responder se abrió la puerta, y entró Lee Minho, ¿Que hacia allí?

-¿Quién de vosotras es Ji Soo Ahn? - interrogó mientras les clavaba la mirada a las chicas.

- Y-Yo, señor Lee.

- Acompáñame - dijo, se dió la vuelta y se fue.

Ji Soo Ahn siguió a Minho, y Lee Ye Rin y yo nos quedamos flipando, ¿Qué pasaría? ¿Se habrían enterado de que se ha acostado con Christopher? ¿O quería enrollarse con ella? Todas mis preguntas llevaron a una sola respuesta cuando Lee Ye Rin habló.

- La van a decapitar.

- ¿Qué?

- Que la van a matar, ¿No entiendes la gravedad del asunto?

- ¿Cómo sabes que la van a matar?

- Ha mentido y las cámaras la han captado.

- No estoy entendiendo nada, ¿Podrías explicarme con más detalles y más despacio lo que estás diciendo?

- Swan tiene buena fama entre las sirvientas, como te imaginarás al tener buen cuerpo atrae muchas miradas, y mucho de los militares se acuestan con ella.

- ¿Y qué tiene eso que ver?

- ¿Puedes dejarme terminar?

- Perdón.

- Lleva más de tres años intentando acostarse con los premios gordos, o sea, los señores Bang, Seo, Lee y Hwang, aunque obviamente ninguno ha cedido, entonces hace un momento estuvimos hablando, y dijo que se había acostado con el señor Bang, así que las cámaras de esta habitación lo habrán captado, y al mentir con algo tan grave probablemente la maten.

- Pero no es para tanto, obviamente uno va a querer destacar.

- ¿De verdad no crees que sea tan grave?

- Claro, yo podría mentirle a mis amigos de que me he podido acostar con el señor Seo solo para que me admiraran y sentirme más importante.

Un fuerte estruendo sonó detrás de mí, como si hubieran destrozado un plato de cristal contra el suelo. Qué miedo. Me giré lo más rápido que mi cuerpo me permitió y divisé los ojos azules de Seo Changbin. Mierda. ¿Había dicho algo gordo y venía a llevarme a mí también con Ji Soo Ahn? Maldita sea.

- ¿Están las maletas listas? - me clavó la mirada como si fuera una flecha clavándose de lleno en el centro de la diana.

- ¿E-Eh? - mierda, no me salían las palabras.

- Si, señor Seo, ya está todo listo, déjeme ayudarlo a llevar las maletas.

- No hace falta Ye Rin, Jeongin se encargará de llevarlas, de todas maneras tiene que venir conmigo.

Changbin se dió la vuelta y se marchó por donde vino, por lo que agarré las maletas lo más rápido que pude ( y con la poca fuerza que tenía) y casi corrí hasta llegar a una gran limusina, de la cual salieron tipos el doble de grandes que yo y se llevaron las maletas para guardarlas. Changbin me hizo una seña con la cabeza para que me metiera en el coche, así que eso hice, no iba a negarme.
Una vez subió Changbin, el coche arrancó y nos fuimos cruzando un gran puente. Estaba emocionado porque era la primera vez que salía de ese castillo, y supongo que nos llevarán a algún lugar privilegiado porque esta gente son personas importantes. Vivía en mi mundo hasta que me llegó un olor putrefacto a animal muerto, y cuando miré a Changbin me di cuenta de que era él quien llevaba el animal putrefacto. ¿Qué estaba haciendo?

- ¿Qué miras? - me sobresalté cuando su tono de voz sonó más grave, tranquilo y profundo de lo normal.

- N-Nada... ¿Por qué tienes un animal muerto?

- Christopher, bueno, tu "señor Bang", se encarga de almacenar sangre de animales, así que estoy sacando sangre de este animal para que pueda hacer algún experimento con ello.

Vale, eso era ASQUEROSO. Changbin inyectó una aguja vacía, de esas que usan para sacarte sangre, y la hundió profundamente en la piel putrefacta y dura de ese animal. QUÉ ASCO. Me agarré la barriga de las náuseas que me dió ver la sangre del animal disecado. ¿No se daba cuenta de que era asqueroso? Llenó la aguja de sangre carbonizada con algunas partículas rojas que solo hizo que me dieran más náuseas. Vale, le tenía mucho asco a la sangre, así que acabé mareándome hasta quedarme inconsciente en el coche. Ridículo.

Our home... {Stray Kids}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora