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Kim Seungmin

- Por fin - musité - ¡Hemos ganado! - grité mientras caía al césped sobre mis rodillas, y varias lágrimas se escapaban a toda velocidad de mis ojos, recorriendo mi rostro -.

- ¡Dios mío Innie eres un genio! - Felix corrió hasta que llegó dónde se encontraba Jeongin, y lo levantó del suelo para celebrar -.

- ¡Felix bájame de aquí! - exclamó el menor mientras fuertes carcajadas emanaban de sus cuerdas vocales, a la vez que las lágrimas abandonaban sus ojos, igual que a mí -.

Todos gritamos, lloramos y celebramos aquel triunfo que definitivamente era nuestro, y no de nuestros sanguinarios. Cuando me bajó el nivel de adrenalina de las venas, me acordé de Hyunjin. Al girar sobre mí mismo para buscarlo, lo vi tumbado en el suelo, mientras la sangre de aquella herida que le hizo Kai brotaba sin parar, y partículas de este se quedaban alrededor de la herida como motas coaguladas. Corrí lo más que pude hacia él, y al llegar a su lado, me agaché. Puse una de mis manos contra la herida, tratando de detener la hemorragia, cuando unas motas de algo blanco empezaron a volar alrededor de mí y de Hyunjin. La herida de este se empezó a cerrar mágicamente, al igual que todos los rasguños de la batalla que acababa de librar. Estupefacto, guié mi visión hacia los demás, cuyas heridas también se estaban sanando. Un alivio recorrió mi cuerpo como un calmante cuando, al mirar a Hyunjin, vi que este empezaba a abrir los ojos lentamente, y cuando los abrió totalmente, guió su visión por todo el lugar, recordando lo que había pasado momentos antes. Se sentó sobre su trasero de golpe y, al darse cuenta de que ya todo estaba solucionado, volvió a recostarse en el césped, no sin antes mirarme con sorpresa.

- ¿Seungmin? -.

- Ya estamos bien, Hyun - lo miré con alegría -.

Hyunjin, al principio incrédulo, me agarró y me atrapó entre sus brazos mientras acariciaba la parte superior de mi cabeza, a la vez que repetía una y otra vez "gracias por todo, no hubiera podido sin ti". Finalmente me quedé dormido sobre él, y entre sus brazos.

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Al despertar, sentí que estaba en algo muy cómodo, probablemente la cama en la que Hyunjin descansaba por las noches en aquella torre. Mis ojos se fueron acostumbrando a la luz, hasta que divisé el rostro de Hyunjin cansado junto a mí. Este me tenía todavía entre sus brazos, así que no pude evitar esbozar una gran sonrisa.
Hyunjin, supongo que al sentir que lo miraba, se despertó. Al ver que lo miraba, se colocó sobre mí, acorralándome entre su cuerpo y el colchón de la cama.

- ¿Qué hace un cachorro tan lindo como tú mirándome fijamente? - interrogó Hyunjin -.

- El cachorro no podía evitar la tentación de mirar esos ojos felinos que tanto lo atraen - sonreí coqueto mientras Hyunjin se relamía los labios -.

Hyunjin, muerto de deseo, atacó mis labios de una manera voraz, carnívora. Por supuesto correspondí aquel deseo que tanto tiempo estaba esperando.
Hyunjin empezó a deshacerse de las prendas de mi cuerpo, lenta pero tentadoramente. Una vez estuve desnudo, empezó a besarme el cuello, chupando, lamiendo y besando cada parte de mi cuello y mis clavículas. Sus manos se dirigieron atrevidamente por todo mi abdomen, hasta llegar a mi entrepierna, el cuál empezó a masturbar lentamente. Mientras, sus labios siguieron su recorrido por mi cuerpo, rozándose contra mi delicada piel mientras tentaba a la suerte. Yo solo podía jadear fuertemente, mientras él bajaba hasta llegar a la zona de mi pecho. Empezó a besar, lamer, y succionar uno de mis pezones, mientras que con una de sus manos, que abandonó a mi entrepierna, empezó a acariciar, sobar, y pellizcar mi otro pezón, provocando que empezara a gemir con un volumen un poco elevado. Mientras alternaba los mimos de mis pezones, con su mano sobrante empezó a masajear y acariciar rápidamente mi longitud, por lo que empecé a gemir más. Finalmente dejó de mimar la zona de mi pecho, y empezó a bajar por mi abdomen rozando nuevamente sus labios. Al llegar a mi intimidad, Hyunjin quitó sus manos de ahí y empezó a pasar su lengua por la longitud de mi intimidad, y por la punta. Por fin, metió mi intimidad dentro de su boca, y empezó a masturbarme con la lengua, mientras con una de sus manos masajeaba mis testículos. Solo podía gemir y agarrar las sábanas con fuerza mientras arqueaba la espalda ante el placer que Hyunjin me estaba brindando en ese momento. Finalmente llegué a mi orgasmo, y me corrí en la boca de Hyunjin, lo que hizo que me pusiera un poco rojo ante la sensación de haberlo hecho sin previo aviso en sus labios. Al parecer no le molestó, porque lamió la punta de mi entrepierna, limpiando de ahí mi esencia, y se relamió los labios y las comisuras mientras me miraba fijamente. Desvíe la mirada hasta que sentí su cuerpo contra el mío, mientras me agarraba por la nuca para besarme nuevamente. Le correspondí, y, segundos después, Hyunjin empezó a moverse, haciendo fricción entre nuestras intimidades, provocando que jadeara sobre sus labios. Cuando la cosa no podía mejorar más, Hyunjin paró, se quitó todo lo que cubriera su entrepierna y empezó otra vez a hacer fricción con nuestros cuerpo, mientras agarraba mi culo y se movía más rápido. Dios, este hombre era el cielo en la Tierra. Siguió moviéndose hasta que sentí que su entrepierna estaba lo suficientemente duro para dejar de torturarlo.

- Fóllame Hyun - supliqué entre gemidos, con la respiración agitada -.

Sentí que Hyunjin solo asintió, pues dejó de hacer fricción con nuestros cuerpo, me puso boca abajo, quedando mi trasero totalmente disponible para él, y cuando me agarró las caderas sentí como su erección se clavaba dentro de mi. Grité del placer mientras Hyunjin empezaba con un lento vaivén, que después se volvió rápido y feroz, nada comparada a lo de segundos atrás. Estuvimos así mucho tiempo, hasta que finalmente llegamos los dos juntos al orgasmo, dejándonos caer sobre el colchón, exhaustos.
Miré a Hyunjin, quién me miraba mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios. Le devolví la sonrisa y cerré los ojos, dejando que la leve capa de sudor que se encontraba en mi frente empezara a enfriarse.

- Te amo, Hyun - confesé -.

- Yo también Minnie, yo también te amo cariño -.

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Solo escribo para aclarar que si les salió doble actualización es lo de siempre, publiqué el capítulo de ayer pero hoy me salió como borrador

Por cierto, LA HISTORIA NO ACABA AQUÍ, por favor no la dejen aún, apenas quedan cuatro capítulos para que al fin concluya TT

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