Electro

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Era la noche de una quincena, ya habían vuelto todos al edificio después de trabajar o pedir limosna, ahora podían realizar la asamblea. Hobie, Felicia, Flint y el resto de ocupantes se reunieron en un departamento que no tenía paredes divisorias y los únicos muebles que poseía eran mesas y sillas. Tomaron asiento y colocaron las ganancias que habían adquirido durante dos semanas.

Las iban a contabilizar y después decidir en grupo cuánto gastar en comida, ropa y otras necesidades, repartiendo lo sobrante entre todos para usarlo en lo que gustaran. Hobie colocó una buena cantidad de dinero gracias al material que le vendió a Jameson.

—¿Cómo obtuviste tanto? —preguntó Flint Marko con su voz ronca mostrando asombro—. ¿Te dieron un aumento?

—¿Un aumento en la empacadora? —exclamó Felicia, sarcástica—. Sí, también me van a dar uno a mí.

—Lo conseguí gracias a otro trabajo —confesó Hobie.

—¿Cuál?

—Vendo fotografías y videos de Spider-Man a El Clarín.

—Ya decía yo que su material había mejorado, eso es genial Hobie.

—¿Entonces ahora tienes dos trabajos? —Felicia lo miró con ojos inquisitivos. 

Hobie sonrió divertido.

—No, renuncié a la empacadora.

—¿Renunciaste? —los interrumpió una voz masculina, un hombre con ascendencia latina que tenía una edad similar a la de Flint Marko—. ¿Solo trabajas de fotógrafo? ¿Eso consume mucho tiempo? —interrogó con severidad a Hobie—. Tú sales temprano del edificio y llegas noche, ayudas muy poco en el edificio, lo dejaba pasar creyendo que tu trabajo te quitaba tiempo, pero sí ahora posees más horas libres debes ayudar a la comunidad.

—Entendido Vin —se disculpó Hobie aunque son una mueca, él usaba el resto del tiempo para ayudar a la ciudad como Spider-Man, pero como nadie sabía eso debían verlo como un holgazán.

Vincent Gonzáles asintió con vehemencia.

—Bien, sigan haciendo cuentas.

El celular de Hobie sonó con un alarma, lo extrajo y miró la pantalla.

—$%&#! —se le escapó y todos voltearon a verlo.

—¿Sucede algo? —le preguntó Vin Gonzáles.

—Sí, active alertas en mi celular para que me informaran de sucesos donde podría aparecer Spider-Man y acaba de ocurrir algo, debo irme.

Vincent gruñó, varios compañeros lo miraron molestos, Flint y Felicia hicieron una sonrisa forzada. Hobie se sintió mal, uno de los principios de su grupo era la solidaridad y parecía estar desdeñando tal valor, pero debía dejarlos, necesitaban a Spider-Man.

Corrió a toda prisa hacia el metro y lo tomó para cruzar la ciudad. La notificación que le había aparecido mencionaba que en una morgue había ocurrido una explosión.

Estoy tardando mucho, debo dejar mi traje más cerca.

Minutos después bajó en la estación cercana al callejón donde había ocultado su traje, se puso cada accesorio de la indumentaria, lanzó telarañas y surcó la ciudad a gran velocidad. En menos de cinco minutos llegó a la dirección de la morgue, lanzó una red a una pared y luego su cámara ya preparada para tomar video.

El edificio de la morgue estaba derrumbado y consumido por el fuego y también había dos camiones de bomberos volteados e incinerados. Entre la morgue y los camiones había una persona con un traje protector.

Spider-PunkWhere stories live. Discover now