Spider-Punk

Escarabajo

Spider-Punk estaba tendido en el suelo con la bota del mercenario sobre su pecho. No pudo levantarse, la presión ejercida se lo impedía, el Escarabajo poseía una fuerza sobrehumana por el exoesqueleto.

—Adiós Spider-Man, gracias a ti viviré años de lujo —dijo el mercenario y le apuntó con uno de los guanteletes.

Spider-Punk disparó una bala de telaraña un segundo antes de que el mercenario disparara su ráfaga de energía. La bala de telaraña golpeó el guantelete y desvió la munición enemiga, el suelo fue perforado centímetros al lado de la cara de Spider-Man. Él lanzó dos telarañas más, se adhirieron al torso del Escarabajo, sujetó los otros extremos y abalanzó al mercenario contra un poste de luz. El poste se dobló por el impacto, el mercenario cayó adolorido sobre la acera pero en un instante se puso de pie. El trepamuros hizo lo mismo.

—Por el precio que tiene tu cabeza deberé esforzarme más de lo usual, no hay problema —dijo el Escarabajo y se elevó tres metros en el aire con sus alas membranosas.

—Un perro guardián de millonarios como tú no va a matarme, pero ven e inténtalo —desafió Spider-Punk.

El Escarabajo se proyectó hacia él como un misil. Spider-Man saltó hacia atrás la distancia exacta para no ser golpeado y contraatacó con un puñetazo en la cabeza del mercenario, uno con fuerza moderada para comprobar la resistencia del casco. No observó daño alguno. Escarabajo se irguió flotado unos centímetros sobre la acera, alzó los brazos y sus puños acometieron contra el enmascarado. Spider-Punk burló cada golpe y lanzó otro puñetazo, esta vez con todas sus fuerzas. Acertó, provocó fisuras en el casco y arrojó al mercenario a la esquina de la calle.

Un par más de esos puñetazos y derrotaré a este asesino de m!"#$a. Pensó y sonrió tras la máscara.

El Escarabajo se incorporó, surcó el aire como un jet, de un momento a otro serpenteó y lanzó un golpe ascendente. Spider-Man no pudo reaccionar a tiempo y recibió el puñetazo en su cabeza. Fue lanzado en diagonal hacia arriba, se elevó más de diez metros y chocó contra la pared de un rascacielos. Estuvo aturdido por un segundo y notó que uno de los ojos de su máscara se había agrietado.

¡Carajo! Él también puede reventarme la cabeza con un par de puñetazos.

Spider-Punk se pegó a la pared y escaló igual que una araña huyendo de quien la quiere aplastar. A los pocos segundos oyó el zumbido de las alas del mercenario. Su sentido arácnido se activó, efectuó una pirueta y la ventana donde antes estaba se hizo añicos por la munición de energía. El Escarabajo voló hacia él en espiral. Spider-Man se puso de pie en la pared y luchó contra el mercenario en perpendicular, a unos veinte metros de altura.

Ambos se lanzaron puñetazos, Spider-Punk esquivó los de su enemigo mientras este bloqueaba los suyos con los antebrazos. Era una defensa perfecta, no lograba atravesar la guardia del mercenario pero provocaba fisura tras fisura en la armadura de sus extremidades. El Escarabajo realizó una serie de puñetazos, uno ascendente golpeó la cara del trepamuros y lo mandó hacia el cielo nocturno.

Spider-Man giró en el aire unos segundos, estiró su cuerpo, pegó sus pies a la pared del rascacielos, después flexionó sus piernas como si fueran resortes y realizó una carrera en picada. Jamás había adquirido tanta velocidad. Saltó al estar a una zancada del mercenario y lanzó un puñetazo con todo el ímpetu acumulado. El Escarabajo realizó una guardia cruzada pero el ataque del trepamuros la deshizo y destrozó en decenas de piezas el guantelete de su brazo derecho.

—¡Maldición! —se quejó el mercenario.

Utilizó sus alas membranosas para girar en el aire en un instante, realizó una patada descendente y mandó al enmascarado a través de un ventanal. Spider-Punk chocó contra el suelo de una oficina, rebotó y chocó contra la pared de un cubículo. Se incorporó aturdido por la patada, divisó una silla metálica cerca de él, la cargó por encima su cabeza y cuando el mercenario se le aproximó le arrojó la butaca de metal. El Escarabajo recibió el golpe de lleno. Spider-Man aprovechó esa distracción, enseguida le disparó una telaraña, se abalanzó hacia él y realizó un tirón con su mano izquierda al mismo tiempo que con la derecha lanzaba un golpe. Su puño impactó contra el casco del mercenario y destruyó una tercera parte de este.