second

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Pedro estaba sin hacer nada, no tenía nada que hacer, ni entrenamiento, entrevista o partido así que tenía el día libre.
Había tenido la idea de pasar su día junto a Ferran y Nico pero ellos estaban ocupados teniendo una ¿Cita? ; También había recurrido a pasar día junto a Ansu y Busquets pero todos estaban ocupados con algo si o si, y no tenía otros amigos cercanos para pasar el día.

— ¿Estás vivo? — Una voz grave lo sacó de sus pensamientos y se encontró con dos compañeros suyos, Pau Torres y Marcos Llorente.

— ¡Hola! — El chico se levantó de su sofá haciendo una torpe reverencia, provocando que sus mayores sonriera ampliamente.

— Xavi nos dijo que tenías el día libre y nosotros también así que decidimos proponerte salir juntos cómo en los viejos tiempos. — Marcos le sonrió con un poco de melancolía a Pedro y este se sintió más triste.

Era cierto. Las primeras personas que se acercaron a el cuando ingreso a la selección española fueron ; Pau Torres, Marcos Llorente y Ferrán, los cuatro chicos se hicieron bastante amigos; salían juntos, pasaban casi todo su tiempo libre juntos, e incluso pensaban planear hacer un grupo únicamente de ellos cuatro, pero todo tipo de interacción termino cuando Pedro fue comprado por el Barça y estuvo bastante ocupado, además, los chicos estaban ya con los entrenamientos, varios partidos, jugando sin parar para obtener la victoria.

— Claro que quiero Marcos — Sonrió ampliamente, olvidándose de la melancolía que hace poco sentía. — ¿Iremos al Coffe Star?

— ¡Claro! Y después podríamos ir al arcade. — Propuso un emocionado Pau, con lo que todos estuvieron de acuerdo.

Rápidamente, Pedro tomó su abrigo y un paraguas, ya que en tiempo afuera era bastante malo, el cielo estaba pintado de tonalidades grises y algunas nubes negras que se veían a lo lejos, seguramente esa noche caería la tormenta de su vida.

Los tres chicos salieron del edificio con gorras y máscaras para pasar desapercibidos, charlaban de temas triviales, riendo y jugando cómo en los viejos tiempos.

[...]

Eran poco más de las nueve de la noche cuando los tres volvieron al edificio a dejar a Pedro ya que cada uno tenía que ir a sus dormitorios. Cuando estaban en el Arcade había empezado a caer la tormenta y ahora estaban en pleno apogeo; las gotas golpeaban violentamente el paraguas del mayor cuando bajó del auto donde venían los 3, se despidió de ellos sonriendo y entro al enorme edificio en un trote rápido, pero algo llamó su atención antes de pasar por la puerta de cristal.

Un cuerpo esbelto y tembloroso estaba acurrucado a el lado de la puerta, era evidente que era Gavi, Pedro jamás podría confundir ese bonito cabello ahora mojado y esas suaves manos que tanto adoraba tocar cada vez que le pasaba el café. El chico estaba hecho una bolita y titiraba fuertemente, tratando de darse un poco de calor.

— ¡Pablo! — Pedro salió de su ensoñación y se arrodilló a el lado de Gavira, quitándose su abrigo para ponerlo sobre el cuerpo helado de su asistente. — ¿Que haces aquí afuera con tanto frío? Podrías haberte resfriad-.

Fue interrumpido por un tierno estornudo de parte de Gavi, quién se había abrazado al brazo de Pedro mientras esté acariciaba su rostro y apartaba los mechones mojados que se pegaban a su rostro angelical.

— ¿Que te parece si entramos y tomas un té caliente? Estás empezando a resfriarte y necesitas calor.

Y sin más, Pedro levantó a Gabi del suelo y lo llevo en sus brazos mientras dejaba que este se derritiera entre ellos. Ninguno de los dos notó cuando los sentimientos del castaño claro empezaron a burbujear tan vivamente y sin ningún tipo de vergüenza.

coffe boy | pedri, gaviWhere stories live. Discover now