seventh.

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Los besos suaves y sensuales se transformaban en salvajes y calientes que hacían que todo el cuerpo del menor vibrara, la lengua de Pedro y la suya mantenían una lucha que el menor estaba ganando gracias a los torpes y tímidos movimientos de las de Gavi. Las venenosas e inquietas manos de Pedro se movían por todo el cuerpo del menor, acariciando y explotando con sus dedos ma suave epidermis del menor, quién no paraba de jadear y suspirar por lo bajo, haciendo que Pedro sonriera de satisfacción.

Ambos cuerpos estaban totalmente juntos gracias a la pequeñez del mueble en el que Pedro tenía acorralado a Gavi, y eso no parecía sinaptica a este, por lo que se levantó con cuidado, empezando el cuerpo de Pedro hasta que ambos estuvieron sentados, aún con sus labios unidos. El mayor sonrió de manera sutil en. La que trataba de subir a su regazo aún con sus carnosos y calientes labios pegados a los del mayor, por lo que tomó las caderas de Gavi y lo subió a su regazo, posicionando sus piernas a los lados de las caderas de Pedro.

— Deberíamos ir a la habitación... — Susurro el mayor cuando se separó de los rojos e hinchados labios de Gavi, recibiendo un asentimiento de respuesta, para luego tomarse un momento para apreciar la obra de arte que era su pequeño en ese momento; labios entre abiertos, respiración agitada, rostro totalmente sonrojado y ojos brillantes como las estrellas afuera.

Y sin más palabras, Pedro se levantó del sofá tomando a Gavi de los muslos para cargarlo, haciendo que el chico colgará sus brazos y enredara sus piernas en la cintura de este mientras caminaba por el pasillo hasta la habitación de Pedro.

El lugar era amplio, realmente amplio. Había una cama tamaño King con dosel en el centro del enorme cuarto, un escritorio a la derecha de la cama donde había una computadora portátil y algunas figuras del fútbol, una puerta a la izquierda de la cama que supuso que era el baño, y Gavi no logro ver más tarde porque cerro los ojos cuando los labios húmedos de Pedro repartían besos sensuales en sus sensible cuello, sacándole un vergonzoso y suave gemido que provocó que los pantalones de Pedro apretaran más en aquella zona.

— P-Pedro... — gimió bajo cuando fue apoyado delicadamente en la cama por este, quién lo miro con tanto cariño y amor que Gavi se sintió mal por lo que iba a decir. — N-No estoy listo.

Pedro sonrió ante aquella frase, en el fondo un alivio enorme lo inundó al saber aquello pues el tampoco estaba listo para tomar a Gavi y hacerlo suyo, apenas y habían tenido una cita y había sido un desastre total

— Está bien, bebé, yo tampoco lo estoy — acarició el rostro sonrojado del menor quién suspiro aliviado y se dejó llevar por las caricias del mayor. — Solo déjame besarte un poco más y luego podemos dormir un poco, ha sido un día agotador.

Gavi sonrió y dejo su cuello a el descubierto, su erección dolía un poco pero sabía que luego podría bañarse y hacer como si nunca la hubiera tenido, aunque sabía que no podía ignorar el hecho de que casi hace el amor con su amor de la infancia. Pedro se acercó a él y siguió con su tarea de besar, chupar y morder el blanquecino cuello de Gavi, quién genia suavemente bajo su cuerpo, deleitando a Pedro con aquellos jadeos y gemidos tiernos.

Y la noche se pasó volando después de que ambos terminarán su pequeña sesión de besos calientes y marcas en el cuello y hombros de ambos, tomaron una ducha por separado y decidieron ver una película hasta que Gavi cayó rendido en el pecho de Pedro cuando iba por la mitad.

Pedro apagó el televisor con una sonrisa y se acomodo en la cama sin soltar el cuerpo delgado de su chico de los cafés, cerrando los ojos y dejándose llevar por la respiración tranquila de Pedro

coffe boy | pedri, gaviUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum