era su cumpleaños, que mejor que pasársela con su chico favorito, pero ¡pum! Los villanos están al acecho siempre, quién diría que su cumpleaños se convertiría en una gran experiencia con aquel adorable pecoso que robaba corazones
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El entrenamiento aunque fuese duro era divertido, más al tener a Izuku siempre animando a todos para dar lo mejor de sí mismos.
Toshinori seguía analizando al pecoso, los rayos verdes que salían de su cuerpo cuando activaba su don le recordaban tanto a él cuando activaba el suyo, incluso pensaría que si se van a un combate resultarían en igualdad de condiciónes.
Eso le dio una idea, si quería demostrar que era fuerte solo había una opción.
— Oye Aizawa ¿Qué tal un combate contigo? — el pelinegro abrió los ojos con sorpresa, miro al rubio que le veía con una sonrisa sacarrona.
— No, como ya te lo eh dicho, no eres estable, eso lo has demostrado muy bien.
— Oh Vamos Aizawa, ¿tienes miedo de perder contra mí acaso? Por lo que sé y tengo entendido, aquí soy el símbolo de la paz, el héroe más poderoso, así que es normal que tengas miedo de enfrentarte a mí, no te culpo — afirmó el rubio, Shota sintió un buen golpe a su orgullo, miro con reto al chico, tampoco se iba a dejar.
— ¿A sí? Para tu información estás re-tirado, no me importaría ponerte en tu lugar justo ahora y frente a todos — Yagi sonrió.
— Muy bien, entonces adelante Ai-Za-wa-kun.
El entrenamiento se detuvo, todos los alumnos confundidos vieron como es que Yagi y el profesor Aizawa estaban apunto de pelear.
Claramente Izuku se preocupo un tanto por eso, además de que se estaba haciendo de noche la mirada de Yagi era segura, pero a la vez muy confiada.
Mientras que Shota mantenía su mirada neutral de siempre.
— Aizawa-Sensei es muy fuerte, pero sinceramente, me da miedo lo que Toshinori-Kun pueda hacer — mencionó nervioso el menor mirando a ambos, Kirishima lo abrazo por los hombros en un gesto amistoso.
— Tranquilo Midoriya, no creo que Aizawa-Sensei se deje por Toshinori, es decir, es Aizawa-Sensei, mientras que ahora mismo Toshinori no es más que un jovencito sin experiencia — afirmó guiñando un ojo, el menor asintió aún preocupado, observaba cómo todos empezaban a hacer apuestas.
No se le hacía justo, no era nada bueno lo que estaban por hacer lo mayores.
Tembloroso y algo temeroso miro como Yagi hizo el primer movimiento.
Dió un gran brinco dejando a Shota mirándolo fijamente, el rubio aprovecho el impulso hacia abajo para agarrar fuerza en un buen golpe hacia el mayor; sin embargo, este mismo fácilmente se apartó y el don de Yagi había desaparecido.
El rubio miro confundido como es que su don se había ido, miro a Shota con enojo, él era el culpable, sus vendas fueron hacia el rubio quien las esquivo con algo de dificultad.
No tenía su don y le quedaba mera fuerza física, además de su agilidad.
Con trabajo contrarrestaba los ataques de Shota e intentaba golpearlo al mismo tiempo, claramente eso era algo inútil, ya que solo se cansaba y no llegaba a nada.
