La Flor Negra® [+21]

🌹Capítulo 58🌹

E L   R E G A L O

Narrador Omnisciente

— Qué tratas de decir con eso...de que no soy tu hija...

Giselle se mostraba seria ante su madre Wanda, quien tampoco le apartaba la vista del frente.

— Hija, ¡Ya estás lista! — George se vio sorprendido y con leve nerviosismo que intentó ocultar, queriendo desviar el tema — Quedaste bellísima cariño...

— Gracias papá, pero quisiera que me dejaras a solas con mi...madre, un momento, por favor — Giselle le habló a su padre sin siquiera verlo, tenía ganas de decirle algunas palabras a su figura materna.

George tragó grueso, mirando a Wanda por un segundo y luego a su hija, deseando detener esto, sin embargo, sabía que ambas debían tener una conversación seria. Este padre cabizbajo, salió lentamente de la habitación dejando la puerta entreabierta.

Madre e hija quedaron viéndose unos segundos en silencio. Wanda se cruzó de brazos y su mirada se alzó hacia el techo para no tener que soportar la mirada arrasadora de Giselle.

— Hasta en el día más importante para mí eres capaz de repudiarme — decía esta joven mientras paso a paso se acercaba a ella, hasta tenerla tan cerca que podía sentir el roce de los suspiros de Wanda en sus mejillas ruborizadas. Ella medio sonrió luego — Pues ahora me daré el lujo de que el sentimiento sea mutuo, madre.

Wanda tras estas palabras de aquella jovencita comenzó a reír sarcásticamente.

— ¿Qué pretendes Giselle? — la madre la desafió — Esa actitud tan prepotente tuya, has perdido por completo la cabeza.

— Tú eres la que intenta mantener los pensamientos serenos aunque estás por explotar, madre — Giselle dejó entrever una media sonrisa.

De pronto esta joven se abrió camino hacia un tocador en la misma habitación para verse al espejo, mientras Wanda no la perdía de vista ni un instante.

— Varias veces he oído y olido la misma peste de tu boca, nunca soy hija suficiente para ti — al parecer Giselle no sabía que Wanda habló enserio cuando encaró a George hace unos minutos.