CAPÍTULO 22

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San Agustín, tarde del 7 de octubre de 1937.

El reloj marcaba las 5 de la tarde en la habitación de Beatrice. Miraba por la ventana con curiosidad, como si estuviera esperando a alguien. Llevaba así una hora, sin moverse de allí. En ese momento, alguien llegó. Beatrice sin ver su cara ya sabía quien era, pero lo confirmo cuando la persona bajó del coche. Nada más y nada menos que Oliver. Ya conocía el motivo por el que venía ese muchacho, ya sabía que era su fin. No había nadie más en la casa, solo ella. Bueno, ahora eran dos personas. Se alejó de ventana y se sentó en la cama de espaldas a la puerta. Empezó a escuchar los crujidos de la escalera y después, la puerta se abrió, entrando así Oliver por ella.

- Te estaba esperando hijo. Sé a qué vienes. Sé que contigo me toca el mismo futuro que Anne ¿Verdad?

- ¿Qué dice, señora? ¿Qué futuro?

- Sabes de lo que hablo corazón, si no recuerdo mal esta mañana mataste a mi querida Anne, pero no te saldrás con la tuya muchacho. No conseguirás todos tus planes. Sé que mataste Harry, el ex prometido de Michelle. También sé que intentaste hacer lo mismo con Richard, pero no te salió como esperabas. Conozco todos tus movimientos, incluso antes de que los lleves a cabo. Ahora mismo soy capaz de saber todo tu futuro y pasado. Además, solo eres una persona sin escrúpulos y la gente como tú nunca tiene un final feliz.

- No sé de qué estás hablando, pero lo que sí sé es que estás loca, de tu boca solo salen estupideces. Las cosas no son como tú dices. No soy mala persona, solo quiero ser feliz con Michelle. Todo lo que hago es por amor.

- No te voy a dar el gusto de matarme. Antes de lo que voy a hacer, te tengo que decir una última cosa, grábala bien en tu cabeza. Te perseguiré hasta el día de tu muerte y no te dejaré vivir tranquilo nunca, aunque esté muerta conseguiré estropear tus planes.

Con todo eso dicho, Beatrice se acercó a la ventana, para después dejarse caer tras ella. Chocó con una piedra cuando llegó al suelo, consiguiendo así morir. Empezó a salir sangre de su cabeza, creando un charco alrededor de ella.

Oliver, anonadado por lo que acababa de pasar, se asomó por la ventana. Escucho a gente gritar, supuso que eran los vaqueros del rancho, por lo que se alejó de allí.
Tenía que conseguir salir de la casa sin ser visto.

- La vieja esa se tiró por la ventana, había hecho todo mi trabajo. Así es más fácil librarse de todo lo que pasará después. Pudo haber sido todo un accidente de una persona mayor que ya no estaba cuerda. - Pensó Oliver.

Todo esto le tranquilizo un poco, pero... ¿A qué se refería con todo lo que le dijo? ¿Le había amenazado sabiendo que iba a morir? Tenía muchas preguntas y ninguna con una respuesta que tenga sentido.

Dos días después...

Esa mañana había salido el periódico con dos noticias que consternaron al pueblo. La primera habla sobre el encuentro del cuerpo de una mujer.

Ayer, día 8 de octubre, se encontró el cuerpo de una mujer, de aproximadamente 24 años, muerta en un cobertizo abandonado a unos kilómetros de San Agustín. Fue encontrado por unos jóvenes de trece años, que estaban jugando por la zona y decidieron meterse. Tras la autopsia, se sabe que no sufrió más daños, que un disparo en la espalda y otro en la cabeza que la mató al instante. Cabe aclarar que la mujer estaba embarazada. Por ahora se desconoce la identidad de la mujer, pero la policía lucha y luchará día y noche para saber quien es y encontrar al responsable de este asesinato.

Por otra parte, la segunda noticia trata sobre Beatrice y su muerte.

Beatrice Williams murió la tarde del 7 de octubre tras caer de la ventana de su dormitorio. No hay indicios de violencia, por lo que se supone que fue un accidente, pero no se descarta otras posibilidades. La familia está segura de que la señora no tenía motivos de suicidarse, ya que era una mujer totalmente feliz y sin ninguna preocupación tan grande que le lleve a ese acto. Ellos sospechan de un joven llamado Oliver Smith, que se escapó de la cárcel hace unos días y está enemistado con la familia. Aunque la policía no crea que él es el responsable, está en busca y captura y no dudarán en comprobar si él tiene algo que ver.

El lago encantadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora