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   El clima en la ciudad de Tokio era bastante agradable, apesar de no estar lo suficientemente familiarizado con las costumbres y tradiciones del país, se siente agusto con su  cultura y gastronomía, en sus 2 años de estancia en ese lugar, pudo conocer cosas que jamás imagino ver por querer cumplir su sueño de ser el héroe N•1 en Japón.

   ––.¡!Mamá!¡, ¡Mira, mira!¡, El héroe deku salvó a 100 personas del edificio!¡

  Salio del balcón, cerrando las cortinas, vio como su pequeña cachorra saltaba de felicidad en el sillón, mientras agarraba con fuerza su felpa de color verde, sus ojos rojos brillaban de felicidad, al ver a su héroe favorito mediante una computadora.

   ––.!¡Es tan genial¡! Cuando sea grande, quiero ser como el!.
  
   ––.Si cariño,serás una heroína muy genial.
 
   Se sentó junto a su cachorra, quien en unos meses cumpliría los 5 años, edad suficiente para que su peculiaridad se manifieste, y para saber a qué casta pertenecia. La niña estaba muy emocionada, desde que su mamá le contó que en su adolescencia estudiaba en U.A, la academia para héroes más aclamada de Japón, y conocida mundialmente, no para de decirle que quiere convertirse en un héroe, y ser la N1•.

  ––.Bien, es suficiente, vamos a preparar el almuerzo, si?, Papá no tarda en llegar.

  Se levanta, apaga el aparato que no había sido desenchufado por reproducir miles de veces la misma escena, una dónde se veía al héroe que en 2 años había logrado convertirse en el símbolo de la paz. Toma a su pequeña en brazos, y ella se abraza a el, aspirando el aroma de su padre Omega.

  —.Quiero soba fría... Si...!!! Mami quiero soba!.

  El solo asiente con una sonrisa, jamás hiba a negarle nada por ver aquella sonrisa que le traía muchos recuerdos. Su hija era hermosa.

  Sus cabellos marrón oscuro, bastante lascio, piel pálida, nariz respingada y ojos escarlata más brillantes que los de el. En resumen era perfecta.

   A los 16 años, dió a luz, a Keiya Hurumaki-Bakugou. Dos años después, se mudo a la capital de Korea, desde su boda, no ha visto a su padre, quien le hizo prometer volver a verse, y ahora con 21 años, no a podido dejar la ciudad. Se enteró que su esposo, es arquitecto en una gran compañía, y cuando abuso de el, era porque estaba de vacaciones en Japón, y decidió cogerse al primer Omega que se le cruzará en el camino para tener descendencia. O almenos a si lo entendió el.

  Segundos después,el  olor a licor llegó a sus fosas nasales, alertando a todos sus sentidos.

  —Keiya, vuelve a tu habitación, y no salgas por nada del mundo, ya repasamos esto, atraca la puerta con una silla y ponte los audífonos
inalambricos que te regale la navidad pasada.

   La niña asintió rápidamente, mientras corría hasta su habitación para acatar las órdenes de su padre Omega, estaba nerviosa, porque podía sentir el aire pesado y los ruidos de vidrios romperse. Asustada se escondió bajo su cama junto a los audífonos, sus manitas temblaban y se movían torpemente mientras se hiba colocando el objeto en sus orejas, y cerro los ojos con fuerza al escuchar el grito de dolor que pegó katsuki.

Horas más tarde, cuando todo indicaba que se habían calmado las cosas entre sus padres, sale de su habitación, encontrando al mayor de la casa, tomando café junto a las galletas que su madre Omega había terminado de preparar.

  —¿Mamá?.

    Katsuki corrió hasta ella, abrazándola y aspirando su aroma, después de que la niña se haya escondido, su esposo lo golpeó con una botella de vino, para posteriormente violar lo en repetidas ocasiones, sin condón y anudando en el causandole un dolor agudo, pero aún así se despertó para preparar el desayuno.

   Se siente culpable, porque estás son una de las pocas veces en las que su padre lo destruía en presencia de su cachorra. Siguió abrazándola sin importarle la mirada irritada por parte del único alfa de la casa, segundos después se levanta y manda a su hija a sentarse para desayunar, y después llevarla a la guardería.

  Le sirve el desayuno, y ve como debora la comida en minutos, para luego apreciarse la cara de satisfacción por probar avena y pan. 15 minutos más tarde, se despedía de Keiya, su alfa se había ofrecido [obligado] llevarla a la guardería, y el solo acepto como siempre, ojalá no lo hubiera hecho.

—¡Adios mamá!, ¡Te quiero!.—grita la chiquilla desde el auto,y el solo sonríe levemente despidiéndose con la mano.

   [...]

.—!Mami hola¡— escucho gritar a través del teléfono, era casi medio día y su padre alfa había ido a recogerle, mañana sería su cumpleaños y su papá prometió hacerle una gran fiesta de cumpleaños.

Katsuki solo sonrío y le dijo que se apurara, para ir al centro comercial a comprar dulces y un pastel, sabía que su pequeña no tenía tantos amigos, pero se llevaba bien con todo el salón.

Siguió hablando con su cachorra, hasta que de fondo se escuchó un gran golpe, las bocinas y los gritos de personas a la lejanía no ayudaban.

—¡Keiya!,¿!¡Que paso!¡?—

𝑽𝒖𝒆𝒍𝒗𝒆 𝒂 𝒃𝒓𝒊𝒍𝒍𝒂𝒓 𝒑𝒐𝒓 𝒇𝒂𝒗𝒐𝒓...________DEKUKATSUWhere stories live. Discover now