Capítulo 2

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La noticia se había expandido a una velocidad alucinante, por cada una de las naciones...de pueblo en pueblo, no paró de correrse la voz....la guerra se cernía sobre Tristein.

Cosa que no hizo nada más que sembrar el pánico sobre sus habitantes más indefensos...la clase trabajadora...

Y el terror abrasador en el salón real de Tristain no era muy diferente al que se encontraba pasando su pueblo...

"¡Tenemos que enviar a un embajador para intentar negociar!" Grito alarmado uno de los Condes presentes en el cuartel de guerra de la reina.

"¡¿Y eso de qué servirá?! Son una nación basta con un gran poder militar y mágico...lo mejor será ceder y permitir que tomen lo que quieran..." Proclamó otro con un gran pesar en su tono de voz. La resignación era lo más notorio.

"¡¿Como puedes sugerir algo como eso?!" Vino de otro extremo de la gran mesa la voz de otro noble mucho más indignado.
"¡¿Como osas sugerir algo tan patético como la rendición?!" Continuo con una ira ardiendo visible en sus ojos."¡¿Que no nos asegura que de todas formas sus fuerzas destructoras asediaran a los pueblos indefensos?!"

La Reina y la princesa de la nación no podían hacer nada más que escuchar con dolor las pobres ideas de sus lugartenientes. Más la princesa de cabello morado no iba a tolerarlo por más tiempo.

"¡¿Que otras opciones tenemos?!" 

"No nos rendiremos." Proclamó la fuerte pero firme voz de la princesa y sucesora al trono, Henrietta.
"No permitiré que esa nación asedie con nuestros ciudadanos inocentes. No permitiré que destruya nuestra cultura y nuestra voz. Si es necesario yo misma encabezaré el ejército." La seguridad en su voz era palpable. Dando en el ambiente una ligera pero profunda luz de esperanza en los corazones de todos los Nobles ahí presentes.

"Hija mía....piensa un momento lo que dices..." Interrumpió una desconsolada Reina por lo que implicaban las palabras de su querida hija.

"Lo siento madre, esto es algo que debo hacer. Mi pueblo peligra, y no puedo abandonarlo." El orgullo y valor en su tono de voz era digno de elogios de parte del resto de la corte ahora esperanzada: Su madre por su parte soltó un fuerte, doloroso pero resignado suspiro de pena.
"Incluso si eh de caer en batalla por defender su libertad, así será."

"Es-Esta bien Henrietta....si es lo que tu corazón desea..." Aceptó la mujer mayor con lágrimas a punto de estallar en sus ojos color turquesa.

"Gracias madre..." Finalizó la princesa observando el anillo que en su dedo índice relucía.
"Enmendaré mi error..."












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A la mañana siguiente en la gran mansión de los Vallière. La noticia había caído como agua de balde frío sobre los mayores y dueños principales de la hermosa estructura.

"Así que este resultado fue inevitable..." La mujer pelirrosa fue la primera en hablar en medio del silencio generado por ella y su marido a su lado.

"....¿De verdad?...."

"Así es, ya se ha informado de que el ataque comenzará en la villa de Carim..." Confirmó la mujer con una ceja alzada.

"¿Sabes lo que ocurrirá a continuación verdad, Karin?" Preguntó su consorte con una mirada oscurecida por la noticia.

"Si...el llamado de ambos a esta guerra es más que claro..."
La seguridad en Karin fue más que visible pese a la difícil noticia.
"Rykard, eres más que consciente de lo que debemos hacer ¿no?" Preguntó la mujer con su mirada endurecida.

Libro 2: Zero No Tsukaima El Dragón Extinción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora