La mafia acaba con tu vida justo antes de que empiece, aunque respires.
Asesina, despedaza, quema, derrite en ácido y demás amabilidades.
Sin embargo, siempre hay espacio para el glamur de cine, vestir con elegancia es la única manera de cubrir la...
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Después de que Bass tomó el avión a Budapest dejó de atender las llamadas en general, no voy a negar que me molesta que se comporte así conmigo, pero también trato de entender, yo tampoco tendría la cabeza en su lugar si algo así le pasara a alguien que amo.
Mientras frenaba la fuerza bruta de los Molinari a efecto de que no llegaran a Budapest haciendo solo unas llamadas, decidí frenar un poco la violenta actitud de nuestros antagónicos de la misma manera, por lo que me tomé la libertad de reunirme con el paquistaní en Turín sin darle informe a Kai.
—Estaba disfrutando el mar de Toscana, espero que sea importante ya que me hiciste venir hasta acá, Karim.
—Sabes que para mí el tiempo es dinero —señalé el asiento de aquel hotel de lujo que había elegido para verme con Hamid, no pretendo que sea hostil o tenga desconfianza, por eso tengo que mostrarle el nivel de mi aprecio por su valiosa aportación.
—Te escucho.
—Tengo la sensación de que los calabreses otra vez están moviéndose con la libertad que no debemos permitirles, han atacado nuestra plaza en Budapest y necesito de tu valiosa cooperación.
—¿Qué deseas?
—Voy a darte una ruta segura para que puedas traficar en Campania.
—¿Quieres que te ayude con los Molinari a cuestas de los Capone?
—Así funciona esto, Hamid.
—Es imposible que puedas tener una ruta en un territorio tan hostil para ustedes.
—Mejoraré mi oferta, te ofrezco el trasiego de 200 kilos de polvo blanco por Campania hasta Ostia si me ayudas lo suficiente.
—¿Qué deseas?
—Que me consigas una reunión con Tarik.
—¿Quieres pactar con los albaneses? Debes haber perdido la cabeza.
—No, necesito hablar con Tarik.
—¿Vas a abandonar a los Kiss?
—Ese no es problema tuyo, solo consígueme esta cita y si me garantizas la mano armada de los albaneses considera nuestro trato un hecho.
—Estás jugando con fuego, Karim, sabes que Tarik fue parte del gremio que ejecutó al padre del mejor amigo de tu hermano, jamás te perdonará esto.
—Ese no es tu problema, urge, si puede ser esta noche te lo agradecería muchísimo, el Kiss está padeciendo y necesito traerlo a casa cuanto antes.
—Karim, si me permites este comentario, creo que es un error.
—Lo veremos, pacta mi reunión, Hamid, del resto me encargo yo.
—Está bien, haré unas llamadas y te informaré lo que me diga Tarik.
—Gracias.
—Por cierto, estás haciendo tratos con los kurdos, si Narges se entera de que estás tratando conmigo, tendremos un problema.
