Pelos de Thestral

1.3K 156 6
                                    

Lia cerró los ojos casi derrotada, iba a pedir piedad nuevamente cuando Regulus la sujetó más fuerte entonces ahí supo que estaba decidido, saltaría y la llevaría con él. Con la palabra en la boca sin poder decir nada sintió todo el escalofrío recorrer su cuerpo, la caída era casi como bajar en seco con una escoba o peor que eso, una sensación que Lia no quería en ella. Cayeron al agua y por el ruido de la catarata no se escuchó nada, para los carroñeros las personas que habían desmayado a uno de sus compañeros habían huido por otro lugar por lo que retrocedieron su paso cambiando de dirección.
El agua completamente fría hizo que el caer de lo alto fuese más doloroso. Aún dentro del agua se sentía el movimiento y sonido de la cascada, Lia seguía con los ojos cerrados impulsándose hacia arriba tratando de no ver nada mientras estuviese en lo profundo, aguantando la respiración lo más que podía intentando no ahogarse. Regulus de igual manera nadaba hacía la superficie, siendo más ágil que Lia por lo que la ayudó, ella lo empujó en un intento por liberarse de "lo que la estuviese agarrando" aunque aún así este se aferró a ella algo fastidiado por el empujón. Lia respiro con dificultad al sacar la cabeza del agua, tosió un poco pues se había ahogado, miro aturdida hacia la catarata percatándose de que mientras más cerca de ahí estuviesen más movimiento sentirían, vio también a Regulus frente suya, había sido él quien hizo más fácil salir de lo profundo pero también había sido él quien la había metido ahí.
Respirando agitadamente por el miedo y la respiración aguantada debido al mar solo pudo mirarlo desaprobatoriamente, Regulus confunso no pudo decir nada pues ella estaba yendo hacia la orilla más cercana luchando exitosamente contra el movimiento del agua, sin más este también se dirigió hacia la orilla. Lia gateó al llegar a la orilla y en cuanto dejo de sentir el agua se levantó furiosa, Regulus atrás suya no se complicó tanto y se levantó al inicio y siguió a la chica pensando que se había fracturado algo aunque cuando la vio levantarse supo que por lo menos no se había roto el tobillo.

—¿Estas bien? —preguntó y ella suspiró fuertemente tratando de reaccionar bien
—Si
—De nada —dijo despreocupado sacándole a la vez una hoja de su espalda
—¿¡¡¡DE NADA!!!? —gritó ella volteándose y haciéndolo sorprender pues este retrocedió levemente el cuerpo— DE NADA —agregó con una risa sin nada de gracia
—Si te percatas que te salve ¿no?
—¿Salvar? ¡Jah! —se giró furiosa caminando a pasos rápidos para poder llegar a un lugar más seco

Llego donde un gran tronco de un árbol ya caído y se sentó ahí, aún observaba la cascada pero no era su preocupación, tenía su bolso aún cruzado sobre su hombro y agradecía no haberlo perdido en el caída; se quitó el bolso y empezó a buscar dentro muchas cosas esperando a ver si estaban mojadas o secas y para fortuna o suerte el bolso había resistido tal cosa.

—Si..., gracias Regulus —masculló este caminando indignado. Se paró a unos metros del tronco observando los árboles y la cascada con atención por sí algo malo ocurría.— será mejor no hacer ruido
—¡Ah!

Lia había soltado un pequeño grito al escuchar crujidos de hojas acercarse a ella, se levantó de donde estaba sentada con gran velocidad casi de un salto yendo hacia Regulus, colocándose a un lado de él. Regulus había girado al escuchar el grito viendo a detalle como Lia saltaba hacia su lado refugiándose de aquello que la había asustado.

—Solo es una comadreja —avisó este viendo a Lia con cara de "es en serio". Ella volteó al fin a ver el animal haciendo cara de disgusto, percatándose a la vez del gesto de este.
—No me gustan las comadrejas —dijo apartándose de Regulus con la cabeza en alto

Miro hacia los árboles contrarios, el atardecer estaba llegando y hacía ver al lugar muy hermoso. La cascada iba calmando sus aguas cada vez más y el sonido empezaba a atenuarse haciendo todo más pacifico.

—Quizás sigan por el bosque —comentó Regulus viendo con perspicacia cada milímetro del lugar

Otra vez, otra vez pensaba Lia abrumada con la idea de nuevamente quedarse en un lugar con una fuente de agua cercana, el risco, la pequeña cascada y ahora la catarata. Suspiro agotada, estrujó su ropa para sacar el agua que caía por montones cuando de repente la ropa se secó, Lia no había recordado la magia pero Regulus sí.

Inefable - SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora