Se avecina la tempestad (3/4)

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Pasé los siguientes dos días registrando cada rincón de la ferretería, dibujando un mapa de cada pasillo, cada almacén y cada posible entrada de los caminantes como preparación para la horda.

La reja que nos protegía estaba asegurada, los almacenes estaban cerrados, la noche se alzaba en el cielo y estaba repasando el plan de defensa mientras le daba un mordisco a una manzana.

Carver había salido hace unas horas con Tavia y un grupo de soldados para encargarse de disipar a los caminantes, cada uno lideraba una camioneta y atraería a la horda por los costados para tratar de alejarlos.

Troy estaba cerca de mí en la entrada de la ferretería, en la zona sur. Odiaba a Troy con toda mi alma pero debía admitir que tenía buena puntería, fue la primera y única vez en que deposité toda mi confianza en él, con suerte mataríamos a los caminantes en el estacionamiento y no se acercarían a las demás zonas.

- ¿Todo bien? – aquella pregunta de Shel me sacó de mis pensamientos.

Ella y Becca estaban a mi lado con armas listas para defender la comunidad, aunque no me convencía tenerlas en el frente de batalla no podía darme el lujo de prescindir de mi gente de confianza.

- No... en unos minutos la horda llegará y todo lo que tenemos puede perderse si fallamos – respondí preocupado.

- Hey, mírame... - dijo Shel agachándose a mi nivel y tomándome suavemente por los hombros. – todo estará bien, tu plan es excelente. Incluso el jefe estuvo de acuerdo con él. –

- Una cosa es el plan, otra cosa es hacerlo realidad... -

- ¿Dudas de nosotras? –

- Claro que no... pero tengo... tengo miedo, Shel... - le dije confesando mis dudas. – no dudo de ustedes pero... dudo de mí... -

La última vez que una horda nos atacó fue en Savannah, aquel evento era como un fantasma que me perseguía a cada paso que daba, la horda separó a todo mi grupo y tenía miedo de que sucedería otra vez porque esta vez... la culpa sería mía.

- ¿Confías en mí, no? – preguntó ella repitiendo las mismas palabras que me dijo cuando la recluté.

- Claro que sí... -

- Entonces confía en mí cuando te digo que tu plan funcionará, sabes por qué?–

- No... -

- Porque yo confío en ti. – dijo ella dándome un cálido abrazo.

Las palabras de Shel lograron disipar mis dudas y su fuerte abrazo logró calmar mis nervios, según ella yo siempre había velado por su bienestar y el de su hermana... Aunque ahora que lo pienso fueron ellas las que me daban una sensación de seguridad cada vez que nos reuníamos.

Cada charla con Shel, cada canción de Becca, cada descanso con ellas era como un oasis en el desierto, si había logrado soportar tanta presión de mi trabajo había sido gracias a ellas, y debía corresponderles dándoles un lugar seguro en el que descansar.

- Escuchan eso, no? ¡La horda está cerca! ¡Sigan el plan y dentro de 20 minutos estaremos tomando un descanso después de haber asegurado la comunidad! – le grité a los soldados mientras escuchábamos los gruñidos de cientos de caminantes acercarse a la ferretería.

Mi corazón se detuvo por un momento cuando en la zona norte, la alarma de un auto empezó a sonar a todo volumen.

- ¡Troy, encárgate! ¡Qué nadie abandone su puesto! –

- ¡Entendido! -

- ¿A dónde vas? – preguntó Becca sorprendida.

- La zona norte no tiene muchas defensas, algo pasó allá, ¡quédense aquí! – les grité a las hermanas antes de salir corriendo a través del perímetro.

Cuando reina el silencio | Clementine x Lector | The Walking Dead Season 2Where stories live. Discover now