9.De rutinas

196 34 0
                                    

¿Cuándo se podría decir que una acción se ha vuelto rutina?

Porque ahí está Seokjin tratando de evitar formar una cuando esta acostado en su cama dando vueltas ante la falta de sueño, el insomnio se ha vuelto su compañero de cada noche, todo gracias a la ansiedad que se ha instalado en su vida junto con la depresión. Odia más que nada a este último par, pero no puede hacer nada más que intentar convivir con ellas.

Darle carga a otra persona de su salud mental, está mal lo sabe muy bien, pero a veces con el dolor se puede volver egoísta y buscar cualquier forma de sobrellevarlo. Si lo ignora lo suficiente la necesidad de estar cerca de él se podrá disminuir, pero falla gracias a esta misma persona, que no se da por vencido: Jungkook.

Va y toma asiento en una de las mesas de la cafetería, esperando no encontrar a Jungkook, pero esa es su intención, se repite que debería irse, en cambio se queda sentado sin contar el tiempo hasta que llega el turno de Jungkook y lo ve entrando por la puerta trasera de la cafetería para tomar su turno.

Se levanta y se marcha antes de que Jungkook tome su lugar en la barra, es como si él no hubiera estado ahí. Lo hace 3, 4... 6 veces sin percances, hasta que un día un paciente pide retrasar su consulta, ese mismo día que tenía planeado escabullirse a la cafetería para ver a Jungkook de contrabando, que sabía que era demasiado irónico hacerlo de esa forma mientras ignoraba los mensajes que le mandaba el chico. Pero su plan era que Jungkook se diera por vencido con él y lo olvidara, aunque claro que Seokjin ya no podría hacerlo.

Con la necesidad de cumplir esa nueva rutina al salir de su consultorio, se dirigió hacia la cafetería para pasar lentamente en su automóvil y ver atreves del ventanal del local a Jungkook atendiendo a los clientes, con esa linda sonrisa de conejito, que tanto le gustaba ver y Jungkook no tenía idea de lo que ocasiona en Seokjin.

Su atención estaba en mirar a Jungkook, que no se dio cuenta cuando los peatones comenzaron a pasar, hasta que alguien golpeo el cofre de su auto y freno rápidamente, apenas topo a la persona que estaba enfrente gracias a que iba demasiado lento.

—¡Fíjate idiota! —le exclamaba el hombre que casi atropella —. El semáforo está en rojo

—Lo siento señor —se disculpó, aunque sabía que este tramo no era para el paso de peatones, él tenía mayormente la culpa por ir manejando tan lento y no centrarse en su camino. Atrás de él oyó un policía de tránsito silbando para que se orillara, conseguiría una buena multa.

Se estaciono y salió del auto con la licencia en mano, cuando vio que el peatón y el policía se acercaba. Él peatón aún parecía molesto y se quejaba con el policía, haciendo las cosas más difíciles para Seokjin.

—Lo siento señor —hizo una pequeña reverencia en disculpa, cuando estuvo enfrente del peatón y el policía en la banqueta.

—Su licencia —le pidió el policía. Seokjin se la extendió.

—De seguro está ebrio señor, hubiera visto la lentitud con la que manejaba —se quejaba el peatón.

—Señor ¿está herido o algo? —le pregunto el policía al peatón

—No, pero...

—Entonces le voy a pedir se marche, ya me encargare del conductor —él policía le restó importancia, mientras revisaba la licencia de Seokjin, el peatón aún más molesto se marchó —. ¿Está ebrio Kim Seokjin?

—No señor, estaba a punto de estacionarme y me distraje —eso solo era la mitad de la verdad, no podía decirle que se había distraído mirando al lindo chico de la cafetería.

—Bien, eso lo comprobaremos —él policía saco el alcoholímetro y lo puso enfrente de la cara de Seokjin —. Sople —le pidió, Seokjin sabía que no tenía caso hacer esto, pero no tenía ganas de discutir. Soplo y él policía pudo verificar que no había ingerido alcohol —. ¿Sabe que aun así se ha ganado una multa? Pudo haber ocasionado un accidente.

Necesito terapia  | JinkookWhere stories live. Discover now