Siempre supe que eras tú ||Libro 2|| ✔

14

Ha pasado una semana desde que Daniela estuvo aquí. Aún no olvido, lo molesta que estuvo conmigo por todo lo que pasó. De una y mil maneras le expliqué que nunca fue mi intención tirar a propósito a Jordan a la piscina.

Solo era un juego que ni en mi cabeza cabía la idea del daño que podría haberle ocasionado.

Estuve muy preocupado por Jordan y le pedí disculpas una y otra vez por lo sucedido.

Al final, los últimos días que Daniela estuvo aquí fueron muy tranquilos, Daniela ya no transmitía el enojo que tenía hacia mí y eso era un gran alivio.

No me gustaba que alguien que quiere mucho a Jordan sienta odio por mí.

Después de eso pudimos pasarla muy bien, junto a Joshua. Visitamos varios lugares los cuatro, a decir verdad, fueron unos días increíbles y más si han sido al lado de Jordan.

Joshua quedó encantado con Daniela, desde el primer día en que la vio por videollamada. Y ahora que la pudo conocer el pobre no deja de pensar en ella.

Y menos después de que nos confesó que sí le gusta, y aunque no pudo decírselo cuando estuvo aquí y menos cuando estuvimos en el aeropuerto. Tiene la intención de viajar algún día y decírselo. Algo que no es para nada una mala idea, me encantaría volver al pueblo y entrar a aquella librería para revivir el momento exacto cuando conocí a Jordan.

(***)

—Avanza, Joshua. Jordan ya nos está esperando.

Hoy teníamos que presentar una tarea, que ni Joshua ni yo, habíamos hecho. Yo ni siquiera me acordaba que había que presentar algo, Jordan nos avisó por WhatsApp, pero hice caso omiso al igual que Joshua.

—Sí, ya estoy por terminar. ¿Por qué no le hicimos caso a Jordan?

—No lo sé. Avanza por favor. Jordan se encuentra solo.

No quiero dejar sola a Jordan.

Hoy empieza el torneo de natación y todos los chicos que quedaron de cada salón, competirán para que el mejor compita con las demás escuelas.

—¡Bien, terminé! —Me levanto de mi lugar y entrego el trabajo al profesor, que nos estaba esperando. No solo éramos nosotros, otros compañeros también estaban terminando su trabajo. Lo bueno es que el profesor nos dio el chance de terminar el trabajo. Y es de esos chances que muy poco nos brindan.

—¡Igual yo! —dice Joshua y entrega su trabajo después de mí.

—Ahí tiene profesor.

—Para la próxima sean más responsables, ya que no seré tan buena onda como el día de hoy.

—Gracias profesor. —dice Joshua.

—¡Ya vámonos, Joshua! —llamo su atención.

—Ya voy, espérame.

Llegando al sitio busco a Jordan con la mirada, pero no logró encontrarla.

—¿Lo ves? —Le pregunto a Joshua, él también la está buscando.

—¡Sí! ¡Allá está! —señala hacia el lugar donde la ha visto. Y ya puedo verla también. —¿Qué está haciendo con Bruno?

La miro nuevamente y sí está con él. ¿Qué está tramando Bruno? Cuando él aparece nada bueno puede venir de ese idiota. Y menos sí está al lado de una mujer.

Y aunque Jordan esté disfrazado de un chico, ella sigue siendo una mujer y lo seguirá siendo siempre.

—¡Vamos! —digo y acelero mi paso para llegar a ellos.

Desde aquí puedo ver lo incómoda que se siente. ¿Qué cosas le estará diciendo, Bruno?

Ya estaba junto a ellos, no decía nada, pues quería escuchar lo que decían. Pero vi cómo Bruno quería abrazarla y ella no se lo permitió. Se puso de pie rápidamente y al voltear choca contra mi pecho.

—¿Pasa algo? ¿Te está molestando? —La miro y la pongo detrás de mí, cubriéndola, miro seriamente a Bruno.

—¿Qué pasa, Jordan? —Joshua viene después.

—Solo estaba conversando con el pequeño niño. —dice Bruno queriendo acercarse nuevamente a Jordan, pero no se lo permito ¿Y por qué lo llama pequeño?

—Déjalo en paz, Bruno. No quiero que te acerques a él. —digo molesto, no quiero que esté cerca de ella.

—¿Por qué tan sobre protector? ¿Acaso el pequeño te gusta? —trata de buscar a Jordan detrás de mi espalda, pero no lo consigue.

¡Y que deje de decirle pequeño o lo golpearé aquí mismo! ¡Y sí! ¡Sí me gusta!

—No digas tonterías. —Joshua habla por mí. —Te conocemos y no eres para nada confiable

—Si tú lo dices. —dice Bruno.

—Ya vete.

Se empieza a alejar.

—Adiós, pequeño. Nos veremos pronto. —vuelve otra vez.

—¡Lárgate! —Lo empujo y esta vez se va definitivamente.

—¿Estás bien, Jordan? —pregunto, pues pudo haberle hecho algo y eso me preocupa.

—Sí, estoy bien. Me hizo sentir muy incómodo.

Me imagino.

—Él es así, mantente alejado de ese. —miro en dirección en la que se fue Bruno y espero que no vuelva, menos que se acerque a ella o se las verá conmigo.

—¿Quién es él?

—Él es el presidente del consejo escolar. —explica Joshua. Aun no entiendo cómo es que todos los años siempre lo elijan a él. Lo bueno es que terminando el año nadie lo aguantará más.

—¿En serio? Nunca lo he visto por la escuela.

—Te entiendo, son muy pocas las veces que se deja ver. Y de esas veces no siempre salen bien. —continúa Joshua. —No sé, porque se apareció así de repente.

—No quiero que estés cerca de él. —Le digo con cierta autoridad, espero que me haga caso.

—Sí, Jordan. Para nadie es de conocimiento que Bruno, no es de confianza. Es mejor que no te juntes con él. —dice Joshua para luego sentarse en la grada. Jordan y yo lo hicimos de igual manera.

Lucas, nuestro compañero de aula, quedó como el mejor de los chicos del aula y está compitiendo con los demás salones.

Todos alentábamos a Lucas, definitivamente es el mejor.

—¿Estás bien? —dejo de alentar a Lucas para prestarle atención a Jordan.

—Sí, no te preocupes.

Sé que no es así, Bruno siempre deja un mal sabor de boca al estar cerca de él. Espero no verlo cerca de Jordan, pues se las verá conmigo y está vez Jordan no estará cerca para detenerme a no golpearlo y darle su merecido.

Continuamos alentando a nuestro amigo, pues estaba dando lo mejor de él.